Los argentinos Hernán Casanova, Andrea Collarini, Lautaro Midón y Valerio Aboian avanzaron a las Semifinales del Challenger de Tucumán. Imágenes: prensa AAT

Hernán Casanova fue el primero de los argentinos en acceder a semifinale del AAT Challenger Santander edición Tucumán. El argentino de 30 años superó al turco Ergi Kirkin por 6-2 y 6-2. Volverá a jugar una de Challenger después de casi 2 años. La última había sido en Mayo 2022, en Francavilla al Mare, Italia.

Mas tarde, Andrea Collarini le ganó el primer duelo nacional de la jornada a Gonzalo Villanueva (ARG) por 6-3 y 6-2 y también avanzó a dicha instancia. Collarini estaba hace un año jugando el mismo cruce en el Challenger del BALTC. Así lo recuerda y comenta sobre la importancia de estos torneos para las nuevas generaciones.

Por su parte, Lautaro Midón venció al uruguayo Franco Roncadelli por 6-3 y 6-3. El correntino de 20 años se metió a su primera semifinal Challenger. El correntino está con confianza tras dos títulos ITF (M15 Bragado y M15 Punta del Este)

Por último, Valerio Aboian fue el último el último clasificado. El zurdo de 21 años le ganó a su compatriota Renzo Olivo por 5-7, 6-3 y 6-4. Logró remontar el último set tras ir 2-4 y se metió a su primera semifinal del circuito Challenger.

Valerio Aboian cuenta la importancia de jugar en Argentina y poder estar acompañado de su entrenador, Fabián Blengino, formador de múltiples jugadores exitosos argentinos. Valerio jugará en ante Casanova, a quien enfrentó en Interclubes, en el M15 de Villa María (2021) y en el Challenger del TCA en enero. Las 3 fueron victorias para Casanova.

Stefanos Tsitsipas campeón en Montecarlo el fin de semana, ha tenido que disputar ante el argentino Facundo Díaz Acosta el partido más difícil de su temporada sobre arcilla en 2024.

Remontando desde 0-1 en sets, salvando dos match points y ganando menos puntos que su rival en el partido (93 contra 96). Así de dramática ha sido la clasificación de Stefanos Tsitsipas a semifinales del Barcelona Open Banc Sabadell.

Por algo ha terminado imponiéndose en dos horas y 32 minutos, y con parciales de 4-6, 6-3, 7-6(8). Quizá estemos hablando del mejor partido de la semana en el ATP 500 de Barcelona.

Especialmente el tercer set fue el lapso más agónico del encuentro. El No. 7 del PIF ATP Rankings pasó de tener una ventaja de 3-1 en el decisivo a verse 3-4 y, en dos ocasiones, a dos puntos de quedar 3-5. Es decir, en ese octavo juego, Tsitsipas salvó dos break points, y en el siguiente game quebró. Sin embargo, no pudo cerrar con su saque, en gran parte por las dos dobles faltas que cometió.

Díaz Acosta creció en confianza y hasta tuvo un match point en el 6-5 con su devolución. Estuvo a un punto del triunfo en su debut enfrentando a un Top 10. El griego tuvo que remar contra la corriente a partir de ahí. Levantó la bola de partido, y otra más en el 6/7 del tie-break final, en el que llegó a estar 2/5. Y además de resistir en la adversidad, también debió hacerlo en la ventaja. Solo al tercer match point, por un error no forzado de revés del argentino, pudo reclamar su novena victoria consecutiva.

“El partido fue como una montaña, solo me recordé que tenía que escalarla”, explicó tras el encuentro. “Fue extremadamente difícil sostener el mismo nivel durante todo el partido. Él jugó increíble. Lo dejó todo en la pista. Es un gran jugador sobre arcilla, tiene título en esta superficie por una razón, y lo evidenció con su nivel hoy”.

“Con mi servicio estaba siendo precavido”, continúa el griego. “Obviamente tú quieres ir a por todas en tu servicio, y tener puntos gratis, pero así no funciona en arcilla. La arcilla no te regala nada. Tienes que pelear por cada punto. Además, él estaba devolviendo increíble y yo me puse tenso en mi saque, no voy a mentir. Fue un partido muy mental. Tuve que ir a lugares incómodos mentalmente y sobrepasar mis límites”.

Cristian Garín completó una de las gestas de la semana, tumbando al primer cabeza de serie Alexander Zverev por 6-4 y 6-4 en Múnich.

Si Cristian Garín está recuperando su mejor versión, sobre la arcilla del BMW Open empiezan a acumularse las evidencias. El chileno escaló este viernes hasta las semifinales del ATP 250 de Múnich, un escenario húmedo y de temperaturas bajas donde quiere recuperar la autoridad en el vestuario. Sobre unas canchas que frenan las pelotas y obligan a redoblar esfuerzos, la tenacidad del sudamericano sigue acaparando buena parte de las miradas.

El jugador de Santiago completó una de las gestas de la semana, tumbando al primer cabeza de serie Alexander Zverev por 6-4, 6-4 para terminar de consolidar su candidatura al trono. En un choque entre antiguos campeones del torneo, Garín exhibió su renacer en la temporada de tierra batida. La constancia del sudamericano le permitió conseguir la victoria sin entregar el servicio y atrapando el 40% de los puntos al resto, una gesta al alcance de pocos ante el germano.

“Las condiciones han sido complicadas”, reconoció Garín, que firmó la cuarta victoria Top 10 de su carrera bajo una densa manta de nubes. “He intentado enfocarme en sacar mi tenis y seguir concentrado porque no es sencillo jugar así. Al margen de eso, estoy contento con la manera en que estoy jugando esta semana. He logrado luchar por cada punto, estar metido en los partidos en cada pelota y eso es muy importante para mí”.

Un duelo sobre arcilla ante Zverev fue un examen sin secretos para Garín, con la receta del partido bien grabada en la retina. Algunas de las páginas más brillantes de su carrera se produjeron con este lienzo ante sus manos. El chileno conquistó el título junior de Roland Garros batiendo al alemán, al que también derrotó camino de la copa de Múnich en 2019, deteniendo dos años de dominio impecable de Alexander en el torneo.

El triunfo de Garín fue, ante todo, una victoria sobre los elementos. En una semana de frío intenso en Baviera, ante una grada donde abrigos de plumón y chubasqueros son la norma, el chileno exhibió una formidable capacidad de concentración para no encontrar una excusa en el ambiente. Como ya ocurriera cinco año atrás, cuando disputó la final del torneo a 6 grados de temperatura, Cristian logró cerrar el partido siendo el más fuerte sobre la cancha.

“Quizá este clima sea bueno para mi juego, todavía no estoy seguro”, bromeó el chileno, que en 2019 levantó la copa ante Matteo Berrettini tras un duelo helador. “Haga sol, esté lloviendo, sin importar el tiempo que haga, trato de sacar mi tenis adelante. Intento jugar agresivo y concentrarme en las cosas que me ayudan”.

Ese enfoque será necesario en los partidos decisivos del torneo. El chileno, presente en su segunda semifinal ATP Tour consecutiva tras rozar la gloria en Estoril, disputará la penúltima ronda de Múnich ante el tercer cabeza de serie Taylor Fritz, vencedor por 4-6, 6-3, 7-6(1) ante el británico Jack Draper.