Después de un aceptable paso por Estoril, donde llegó a semifinales, Cristian Garin (106° del mundo) superó al local Dominik Koepfer (54°), séptimo cabeza de serie en el ATP 250 de Munich, Alemania.

Hay algo que cambia en Cristian Garín cuando pisa el BMW Open. El chileno, que ganó Múnich en 2019, mostró pasajes de gran nivel y derribó este martes al séptimo cabeza de serie Dominik Koepfer por 7-6(3) y 6-3.

Garin, quien quiere recuperar terreno para volver al Top100 del PIF ATP Rankings, logró ganar el 80 por ciento de los puntos con su primer saque, mostró solidez a lo largo de todo el partido y terminó firmando la victoria en solo una hora y 38 minutos.

Tras comenzar quiebre abajo en la primera manga, Garin logró recuperar su saque, reaccionar a tiempo y estirar la manga al desempate. Ahí el chileno fue más certero y se quedó con el primer set.

Ya con esa ventaja en su raquetero, un quiebre en el sexto juego encaminó al chileno al triunfo. Por el pase a cuartos de final, Garin se verá las caras ante el estadounidense Alex Michelsen.

En tanto, el quinto favorito Felix Auger-Aliassime, salvó un punto de partido el martes, superando a la esperanza local Maximilian Marterer 6-7(5), 7-6(6), 7-6(3) después de tres horas, 24 minutos.

“El 99% de las veces pierdes un partido así”, dijo Auger-Aliassime. “Pero hoy ha ido a mi favor”. El canadiense perdía por 2-5 en el set decisivo y sirvió para mantenerse en el partido en tres ocasiones. 

“Al final, tuve un poco de suerte”, dijo el canadiense, No. 34 del PIF ATP Rankings, quien se enfrentará a continuación a Taro Daniel, que superó a Christopher O’Connell por 6-3 y 6-4.

Tras desplegar un nivel consistente en su estreno en Barcelona, el tenista español Rafael Nadal (644°) expresó sus sensaciones respecto al esperado regreso al circuito, que culminó con triunfo 6-2 y 6-3 ante el italiano Flavio Cobolli (62°).

“Estoy contento”, reconoció Nadal tras derrotar al italiano Flavio Cobolli en la primera ronda del torneo. “He jugado muy poco en estos últimos tiempos. Jugar siempre es motivo de alegría. Después, hay más condicionantes como es el hecho de jugar en una pista muy importante en mi carrera. Es el segundo torneo que he ganado más veces y encima es en casa. El Real Club de Tennis Barcelona [1899] me acogió como jugador hace muchísimos años, así que también tiene un significado especial para mí jugar en mi club”.

Con un abanico de ingredientes rodeando una semana muy especial, Nadal colocó en el centro de la diana el alivio más sencillo: empuñar la raqueta, pisar la tierra batida y poder terminar el partido. Un premio que parece minúsculo en las manos de una leyenda. Un mundo, sin embargo, para un jugador que apenas pudo competir en el último año y medio.

“Me quedo simplemente con haber jugado, lo demás es secundario”, defendió el balear. “Hasta que no se termine la semana, de la manera que sea, para mí es importante que no pase nada. Esta es la realidad por encima de cualquier otra cosa, siendo totalmente honestos. Aunque sea difícil, quizá no es la semana para apretar todo lo que mi corazón me dice. Vamos a hacer las cosas de la manera más lógica posible”.

En esa escalera de esfuerzos que ocupa sus pasos, Nadal subió en Barcelona, el primer peldaño conteniendo sus deseos. El mallorquín empleó poco más de una hora para derrotar al No. 62 mundial, probando sus golpes desde la cautela y su cuerpo con la gestión del esfuerzo.

“El hecho de que el partido de hoy haya ido así es una cosa positiva, porque me permite jugar mañana otra vez. Según qué tipo de exigencias, no sé cómo mi cuerpo puede responder. Hay que ser realistas. En este último año y medio he jugado muy poco, vamos a ver hasta dónde puedo. Intentaré no cruzar líneas que sean peligrosas. Si miro dónde estaba hace una semana y dónde estoy hoy, veo un cambio importante. Dentro de lo que cabe me veo competitivo para poder continuar jugando, a día de hoy para mí es lo más importante. Hace una semana y algo esto parecía muy lejos. En el deporte las cosas cambian muy rápido”, explicó el de Manacor.

“Aunque dentro de mi cabeza por todo lo que ha sido mi historia en los torneos de tierra, siempre tienes ese pequeño sueño de aspirar a mucho, la realidad hoy es diferente. Tengo que aspirar a cosas realistas, lo realista es que he ganado un partido hoy. Mañana tengo la oportunidad de jugar otro partido. Juego ante un jugador de máximo nivel y no sé si estoy preparado. Para mí va a ser un test. Vamos a ver cómo puedo gestionar todo para intentar al menos ser competitivo”.

‘Competitivo’ es una palabra que se repite continuamente en las reflexiones del español, centrado en dar su mejor versión sea cual sea la circunstancia.

“Hace una semana y media sí hubiera sido una sorpresa ser competitivo hoy. Estaba lejos por muchas circunstancias, por supuesto las físicas. Temas físicos continuados desembocan en fatiga mental. Pero los últimos cuatro días, a nivel de entrenamientos, me he sentido más o menos bien. He jugado con jugadores de nivel. Sé que solo son entrenamientos pero no me he sentido muy lejos como para poder jugar”, explicó el balear, que preparó su debut en Barcelona cruzando golpes con figuras como Andrey Rublev, No. 5 mundial, o Alejandro Davidovich, No. 2 español.

“Así salgo al partido con una ligera confianza de que puedo al menos jugar, y jugar de tú a tú. Después se gana el partido, y esto es importante para mí, sobre todo para volver a jugar mañana. Mi rival me ha ayudado, ha cometido errores. Yo he hecho el partido que tenía que hacer. Confiaba en poder jugar a ese nivel y para mí no es una gran sorpresa jugar al nivel que he jugado. No creo que haya sido un nivel como para sorprenderme Ha sido un nivel lógico, de jugar a lo que más o menos sé que controlo hoy. Creo que he jugado bien de revés y con el drive, siendo mi primer partido, he jugado bastante cruzado. No me he complicado mucho la vida. He jugado de la manera que creía que podía ser suficiente para ser competitivo hoy. Mañana necesito más”.

Así afronta Nadal un regreso al circuito que no le dará tregua. Al otro lado de la red le esperará De Miñaur, un tenista que ha conocido su mejor nivel en 2024, con el debut en el Top 10 y el mayor trofeo de su carrera como avales en esta misma temporada. Un desafío que Rafa acepta con una realidad en la mente.

“El tenis nunca ha sido el problema a lo largo de mi carrera. Con mis altos y bajos, dentro de lo que ocurre en la carrera de cualquier deportista. Cuando he estado bien físicamente, no he sentido que haya perdido la velocidad de bola o cosas que no me permitan jugar. Ese no ha sido el caso, han sido muchas otras cosas las que me han privado de seguir jugando. Esta es mi realidad, no creo que haya sido un tema tenístico”.

A Nadal nunca se le olvidó jugar al tenis. Si el cuerpo se lo permite, ha regresado para demostrarlo.

El argentino Facundo Díaz Acosta accedió a los octavos de final del ATP 500 de Barcelona, Conde de Godó, al derrotar hoy en la segunda ronda al croata, especialista en canchas de arcilla, Borna Coric por 6-2 y 7-5.

El bonaerense Facundo Díaz Acosta y ubicado en el lugar 53 del ranking mundial del ATP, venció al ruso Alexander Shevchenko, luego de 1 hora y 39 minutos de contienda.

El tenista bonaerense jugará en la tercera ronda del certamen ante el ganador del encuentro entre el decimoséptimo preclasificado el húngaro Fabian Marozsan (39°) y Next Gen de Francia Luca van Assche (99°).

Además, el porteño Diego Schwartzman (142) que tenía una interesante chance ante Dusan Lajovic (59°) en el estreno de su sexta participación en el main draw del ATP 500 de Barcelona. Cayó estrepitosamente por 61 y 62 en apenas 66 minutos de juego.

El ex número 8 del mundo, de 31 años y dueño de cuatro títulos, vuelve a encontrarse con una dura derrota (venía de caer en su primer partido en Monte-Carlo, donde no pasó de la clasificación).

Además, los españoles Roberto Carballés y Jaume Munar vencieron al francés Hugo Grenier (6-2 y 6-4) y al japonés Yoshihito Nishioka (6-3 y 6-1), respectivamente.

Mas tarde se miden Sebastián Báez (19°) ante Matteo Arnald (40°) y Tomás Etcheverry (30°) ante el sorprendente jugador de República Dominicana, Nick Hardt (229°).

El ATP 500 de Conde de Godó, se juega en Barcelona, se lleva a cabo sobre canchas de superficie de polvo de ladrillo y repartirá un total de 2.782.960 euros en premios.