(EFE).- Con comodidad, sin forzar en exceso a sus finalistas de Champions y con un Neymar que finalmente jug贸, fue el coraz贸n del ataque y anot贸 un doblete, Brasil se impuso hoy con comodidad por 1-5 a una Corea del Sur que pareci贸 acusar los dos a帽os que ha estado sin enfrentarse a rivales de peso por culpa de la pandemia.
El partido arranc贸 con el guion que se le supon铆a de inicio, con una Brasil que sali贸 a divertirse a partir del dominio el cuero y los surcoreanos agazapados a la espera de poder lanzar a sus extremos en busca de los espacios a la espalda de la zaga latinoamericana.
A los 2 minutos, Thiago Silva dio el primer aviso anotando en posici贸n antirreglamentaria una falta botada desde la izquierda.
Brasil se antojaba mucho m谩s distendida y vivaz al mover la pelota en campo de los asi谩ticos, excesivamente agarrotados y tensos de salida.
As铆 lleg贸 el primer gol, con los "Taeguk warriors" tan pendientes de las marcas al hombre sobre Neymar, Richarlison o Paquet谩 que le dejaron a Alex Sandro una autopista para entrar por el costado izquierdo del 谩rea.
Su pase cruzado lo remat贸 c贸modamente Fred y el bal贸n entr贸 tras una carambola en la que intervinieron Richarlison, que se apunt贸 el tanto, y el meta Kim Seung-gyu, que apenas pudo desviar a la red.
El fort铆n surcoreano aguant贸 poco m谩s de 6 minutos, y la escuadra roja, con dificultades incluso para evitar que sus centrales la regalaran en el balc贸n del 谩rea, pudo conceder otro gol apenas un minuto despu茅s, aunque Neymar se adorn贸 en exceso en el 谩rea y su pase atr谩s lo mand贸 a las nubes Raphinha.
Tras sufrir un golpe en el pie derecho en la v铆spera que hizo dudar de su presencia hoy e incluso hizo temer de nuevo por su metatarsiano, el 10 de la canarinha finalmente estuvo hoy en Se煤l, donde fue sin duda el mariscal a cargo de las ofensivas "verdeamarelas".
Pasado el minuto 10, los surcoreanos probaron por primera vez a Weverton con un disparo desde fuera del 谩rea, aunque el guion de inicio se mantuvo intacto y con Casemiro ejerciendo casi siempre un dominio imperial de su parcela, pese al exceso de horas de f煤tbol que arrastra en las piernas tras ganar la Champions apenas cinco d铆as antes.
Pero casi de la nada lleg贸 a la media hora el gol surcoreano despu茅s de que Hwang Ui-jo controlara de espaldas dentro del 谩rea y, ayudado por una mala cobertura de Thiago Salva, lograra girarse y marcar de disparo cruzado.
A Brasil, que no esperaba el empate dada la escasa producci贸n surcoreana, le bast贸 meter media marcha m谩s para volver a adelantarse y casi marcar el tercero antes del descanso.
Con la verdeamarela de nuevo lanzada sobre el 谩rea asi谩tica y los hombres de Paulo Bento tratando de achicar, Lee Yong lleg贸 muy tarde a un cruce con Alex Sadro y el VAR no dej贸 duda antes de que Neymar anotara la pena m谩xima con parsimonia.
Al borde de que concluyera el primer tramo Paquet谩, Neymar, y despu茅s Thiago Silva y Casemiro en una doble ocasi贸n que inexplicablemente no entr贸, tuvieron el tercero en sus botas.
Todo fue un calco tras la reanudaci贸n; Paquet谩 perdon贸 otra vez tras un exquisito pase de Neymar y en la siguiente jugada, de nuevo con el del PSG como director de orquesta, el VAR detect贸 otro penalti de Kim Young-gwon sobre Alex Sandro.
Tras realizar el mismo amag贸 desde los once metros, Neymar bati贸 otra vez a Kim por el flanco derecho con toda la calma del mundo.
La din谩mica del resto de la segunda parte no depar贸 sorpresas: Brasil punzante e imaginativa, especialmente por los costados, y los surcoreanos buscando con balones largos las carreras de Son y Hwang Hee-chan.
El Estadio Mundialista de Se煤l, eso s铆, pudo ver entrar en acci贸n a falta de 20 minutos a otros dos finalistas de la Champions de este a帽o, Fabinho y Vinicius, aplaudido especialmente este 煤ltimo al saltar al c茅sped.
El madridista tuvo tiempo de hecho para hacer diabluras por su costado y a punto estuvo de marcar, al igual que Raphinha, que estrell贸 en el poste una rosca con la zurda desde fuera del 谩rea.
Con Tit茅 usando todo el fondo de armario posible para dar descanso a sus titulares, Phillipe Coutinho se encontr贸 un p茅simo rechace surcoreano en boca de gol y no perdon贸 el cuarto.
Hubo tiempo al menos para que Son, flamante bota de oro de la Premier, forzara una estirada de Weverton con un latigazo desde lejos que depar贸 los aplausos de una grada volcada con su 铆dolo, y de que Gabriel Jesus hiciera el quinto con pasmosa facilidad ante una defensa surcoreana que claramente parece falta de ritmo competitivo.
