Cierto es que el choque pudo tener un guion diferente si en el minuto 9 el remate de Ante Budimir no se estrellase en el larguero de la portería defendida por Matías Dituro, al que apenas probó Osasuna, tan frágil en defensa como inocente en ataque.
El Celta no tardó en dominar, aunque apenas generó peligro. Con las líneas juntas, Osasuna ahogó la zona de creación celeste. La batalla táctica, no obstante, la rompió un lateral, Hugo Mallo. Su diagonal hacia el borde del área sorprendió a la defensa rojilla, que no lo esperaba. El capitán gallego remató con la zurda, su pierna mala, desde la frontal y Sergio Herrera colaboró para que acabase en gol.
El 1-0 dio tranquilidad al equipo de Eduardo Coudet, mucho más cómodo con espacios. Denis Suárez, Brais y Aspas entraron mucho más en juego. Y antes del descanso amplió su renta, tras una gran acción de Denis Suárez que finalizó Santi Mina.
El Celta se echó atrás en el segundo tiempo. Cedió el balón a su rival, que pisó mucho más el área celeste pero sin crear peligro. Sus centros laterales fueron la mayor amenaza para la defensa local. Araujo y, sobre todo, Aidoo exhibieron su buen momento.
Ambos entrenadores refrescaron sus onces, pero nada cambió. El Celta encerrado para salir al contraataque; Osasuna atacando pero sin probar a Dituro, que no disfrutaba de una portería a cero en Balaídos desde finales de septiembre (victoria por la mínima ante el Granada).