El conjunto dirigido por Jorge Izquierdo se valió de la definición de Alejo Distaulo para sorprender al representante de la Primera Nacional y estrenarse como miembro de los 16avos. Su primer triunfo en la Fase Final, obtenido en el estadio Ciudad de Caseros, le permitirá ser rival de Banfield o Atlético Gúemes de Santiago del Estero.
Lejos había quedado la única incursión de Deportivo Madryn en el cuadro principal de la Copa Argentina. La definición de José Michelena no fue suficiente en el encuentro de 32avos de la temporada 2015-2016 y, si bien comenzó en ventaja contra Gimnasia La Plata, el Lobo se repuso para vencerlo por 2-1. La nueva oportunidad del Aurinegro llegó cuatro años después y no la desaprovechó: fue contundente en una de sus únicas oportunidades y superó por 1-0 a Platense. Alejo Distaulo convirtió el gol que le permitirá ser el siguiente contrincante de Banfield o Atlético Gúemes de Santiago del Estero.
El encuentro comenzó accidentado, con una lesión de Rodrigo Bona, uno de los referentes de Deportivo Madryn, en el codo izquierdo. Platense aprovechó el desconcierto rival en el inicio y, a partir de la movilidad de sus tres jóvenes volantes ofensivos, generó varias opciones de riesgo para quebrar la paridad. Tiago Palacios avisó con un zurdazo que fue controlado por Pablo Lencina; José Luis Sinisterra también tuvo un cabezazo al lado del palo derecho, pero el protagonista principal fue Joaquín Susvielles. El delantero que se destacó con Almagro en la edición 2018 falló tres ocasiones. La más clara llegó sobre el final de la etapa, cuando eludió al arquero pero remató increíblemente afuera.
Aunque parecía haber quedado conforme con la igualdad parcial, Deportivo Madryn cerraría el primer tiempo con una exhibición de oportunismo. Un desborde de Julio Zúñiga finalizó con un centro que, luego de un despeje pifiado de Juan Infante que rebotó en su compañero Manuel Capasso, encontró la posición de Distaulo. El delantero, figura de Estudiantes de San Luis en la última edición (llegó a Octavos de Final), venció la resistencia de Jorge De Olivera y desató la algarabía en los hinchas que viajaron desde la Patagonia, ilusionados con debutar en los 16avos del certamen integrador.
Condicionado por la floja actualidad, que detonó en la salida de Fernando Ruiz y el interinato de Claudio Spontón, Platense salió con actitud al complemento para buscar la remontada. Sinisterra lanzó una volea tremenda que significaba el empate, pero fue anulada por posición adelantada. También falló Ian Puleio, cuyo remate rebotó en la parte externa de la red, mientras que el colombiano surgido en Lanús reapareció con otro tiro que se estrelló en el palo. Aunque el dominio del Calamar era constante, faltaba el punto de mayor relieve: reflejarse en el resultado.
Consciente de que era una oportunidad única de lograr su mejor actuación histórica en la Copa Argentina, el conjunto chubutense se refugió en campo propio y apostó por el trabajo incansable de sus defensores para impedir los ataques rivales. Cristian González se estiró para cortar un centro peligroso de Braian Lluy, mientras que también tuvo participación destacada el arquero Lencina: brillante atajada ante un remate del ingresado Gianluca Pugliese. La última sería un potente tiro de Tomás Luján, otro de los futbolistas que entraron en Platense durante el segundo tiempo, que salió cerca de uno de los arcos del estadio Ciudad de Caseros. El final decretado por Sebastián Zunino permitió que aflore la emoción en los rostros de los futbolistas del Aurinegro, que quedaron en la historia de la institución.
