(Jordi Blanco, corresponsal ESPN en Barcelona) -- El Barcelona no pasó del empate frente al Napoli en el Camp Nou y deberá ganarse su permanencia continental en el Estadio Diego Armando Maradona, donde hace dos años empató al mismo 1-1 que arrancó este jueves el equipo de Luciano Spalletti en un Camp Nou que mantiene la llama de la esperanza con un equipo que, en crecimiento, sigue falto de contundencia.
Salió vivo el Napoli tras una cómoda primera mitad y un final agobiante, con el Barça volcado y provocando todo el peligro que le faltó mucho antes y con Luuk de Jong, recibido como un héroe cuando entró para el empujón final, convertido, otra vez, en el remedio antisistema.
Se estrelló el Barça contra la fortuna porque en los últimos diez minutos disfrutó de hasta cuatro excelentes ocasiones... Pero evidenció con ello, con ese rush desesperado definitivo, que es un equipo tan en construcción como necesitado de aprender. Quiso pero no pudo, señalado nuevamente por su falta de acierto en el remate y condenado por la fragilidad defensiva. Y con todo ello deberá jugársela en Napoli. A cara o cruz.