EFE
La Unión Deportiva Logroñés ha logrado romper la mala racha, de siete encuentros consecutivos sin ganar, con un triunfo ante el Mirandés por 2-1, en un choque marcado por la efectividad de los riojanos, que con apenas tres ocasiones claras han logrados dos goles.
El estado del terreno de juego, que se ha estrenado bajo una copiosa nevada, ha perjudicado a los dos equipos y les ha abocado a olvidar el centro del campo y dedicarse a lanzar balones arriba, a la espera de que sus delanteros fueran eficientes o que los defensas fallaron, algo que condenó al Mirandés.
El partido comenzó con el Mirandés volcado al ataque, como si quisiera decantar el partido pronto y, de hecho, Iván Martín disparó al poste en el primer minuto de juego.
La agresiva salida de los castellanos descolocó al Logroñés, que a pesar de tener un planteamiento más ambicioso que otros días, con Leo Ruiz y Ander Vitoria en punta, tardó en adaptarse al partido y mostró muchos nervios atrás.
Pero al cuarto de hora una acción de "pillo" de Paulino, el mejor del partido, que se adelantó al defensa con la puntera de la bota, adelantó al Logroñés en su primera acción de ataque.
El empate sirvió para que los riojanos se serenasen durante unos minutos e, incluso, tuviera un par de acciones de peligro antes de la media hora de juego por medio de Olaetxea y Leo Ruiz, aunque ninguno de los dos remató con acierto.
Pero, en realidad, el equipo más centrado en lo que debía hacer era el Mirandés, que tras encajar el gol fue poco a poco adelantando sus líneas y en la recta final del primer tiempo volvió a dominar con claridad y a poner nerviosa a la defensa local.
El Logroñés parecía, no obstante, respirar tranquilo al acercarse el descanso, pero en el último disparo del Mirandés, de Berrocal al larguero, volvió a tener muchas dudas para despejar y acabó encajado el empate logrado por Meseguer sobre la línea de gol.
El Mirandés saltó al campo más tímido que antes y eso propició unos minutos de poco fútbol y errores de los dos equipos.
El más "grosero" de todos se produjo tras otro centro de Paulino, que llegó al área y los defensas, de forma inexplicable, dejaron botar el balón frente a la portería con lo que Ander Vitoria, que llegaba en carrera se lanzó a rematar de cabeza y logró el 2-1.
Quedaba media hora por delante y el Logroñés trató de atrincherarse en torno a su área para defender la victoria y, sin demasiados sustos, lo consiguió y así volvió a ganar casi un mes y medio después.
