Un equipo afianzado y consolidado, contra uno agarrado con hilos y sin un horizonte claro. Un equipo que pese al cambio de entrenador en medio de una competencia (la llegada de Mario Sciacqua por la salida de Iván Delfino a Patronato) no sintió el golpe, contra uno que continúa acéfalo de conceptos y con más dudas que certezas. En Junín, hubo un choque de realidades: el sólido Sarmiento frente a la incógnita que sigue siendo Tigre...
Las diferencias entre un conjunto y otro se cristalizaron en el primer tiempo. El Verde se mostró activo y decidido a quedarse con tres puntos clave en su objetivo de alcanzar a Atlético de Rafaela en la cima de la tabla de la Zona B por el Primer Ascenso. Sin embargo, la superioridad futbolística no alcanzó para reflejarlo en el marcador. Es que más allá de convertir a Gonzalo Marinelli en la figura del partido, el local sintió el desgaste en el complemento y el Matador logró alcanzar un empate que no le sirve a ninguno de los dos.