Central Córdoba de Rosario venció 3-1 a El Porvenir en el pendiente de la fecha 1, estiró su invicto y quedó como único líder de la Zona A. Jugó gran parte del partido con diez y lo ganó con autoridad.

En una noche marcada por el corte de luz, la lluvia y la tensión, Central Córdoba de Rosario venció 3-1 a El Porvenir y llegó a los 19 puntos para liderar en soledad la Zona A. Con goles de Juan Ignacio Cettou, Gonzalo Gómez y Paulo Killer, el elenco de la dupla Teglia-Acoglanis mostró carácter, reacción y un juego sólido que lo pone como firme candidato al ascenso.

El pendiente de la fecha 1 tenía todo para ser un duelo caliente, y no decepcionó. En el Gabino Sosa, Central Córdoba (R) venció por 3-1 a El Porvenir, en una noche intensa desde lo futbolístico y también desde lo climático. El triunfo le permitió al Charrúa alcanzar los 19 puntos, producto de seis victorias y un empate, y sacarle tres de ventaja a su escolta, JJ Urquiza.

El partido arrancó parejo, con pocas situaciones claras. El equipo visitante intentaba presionar alto, y los rosarinos no lograban romper líneas con facilidad. A los 34 minutos, todo se complicó para el local: Francisco Duré vio la roja directa tras un cruce en mitad de cancha y dejó a su equipo con uno menos.

La historia se volvió aún más particular cuando, en el entretiempo, un corte de luz obligó a demorar el inicio del segundo tiempo más de 20 minutos. Pero tras la reanudación, Central Córdoba mostró otra cara.

A los 55′, luego de un tiro de esquina en corto, Tomás Ramírez metió un centro preciso al segundo palo y Juan Ignacio Cettou lo transformó en el 1-0. El Porve reaccionó rápido y Matías Alcalde igualó a los 64′ con un gran derechazo cruzado.

Sigiloso por el segundo palo…

Con este gol de Juan Ignacio Cettou abríamos el marcador frente a El Porvenir #VamosCharrúa #CentralCórdoba pic.twitter.com/9o6vkzac4R

— Central Córdoba (@centralcordoba) April 24, 2025

Sin embargo, el equipo rosarino no bajó los brazos. Solo cuatro minutos más tarde, Ramírez armó una gran jugada individual, entró al área y asistió a Gonzalo Gómez, que puso el 2-1. A los 73′, el visitante se quedó sin Juan Perrotta por lesión, y como ya no tenía cambios, también terminó con diez.

En ese contexto, el equipo de la Tablada fue por más. A los 81′, una mano en el área derivó en penal y el histórico Paulo Killer lo cambió por gol para sellar el 3-1 definitivo.

El Charrúa acumula seis triunfos seguidos y continúa invicto en la temporada. La próxima fecha visitará a Lugano, en busca de seguir estirando la diferencia.

River Plate mostró carácter en Ecuador y consiguió un empate 2-2 frente a Independiente del Valle por la tercera jornada de la fase de grupos de la CONMEBOL Libertadores.

En los 2.850 metros sobre el nivel del mar, River intentó iniciar el encuentro con inteligencia, manejando el ritmo con pases cortos y pausados. Durante los primeros 15 minutos, el Millonario buscó evitar el desgaste físico y se mantuvo ordenado, mientras que Independiente del Valle no encontraba los caminos para inquietar a la defensa rival.

La primera ocasión clara para los de Gallardo llegó a los 15 minutos, cuando Facundo Colidio quedó cara a cara con el arquero rival, pero falló en la definición y el portero ecuatoriano logró desviarla al córner. Poco después, el plan del DT argentino se rompió: en el minuto 22, Claudio Spinelli aprovechó una gran jugada por izquierda y marcó el primero para el local.

El segundo llegó tras otra asistencia desde el mismo sector: Loor volvió a desbordar, centró, y Spinelli, implacable, puso el 2-0. River estaba desconcertado, y solo un remate lejano de Renato Ibarra que pegó en el palo y un casi tercer gol de Spinelli evitado por Kevin Castaño le impidieron irse al descanso con una diferencia más amplia. Franco Mastantuono, con apenas 17 años, fue el único que intentó generar algo diferente en el visitante antes del entretiempo.

Ya en el complemento, los ecuatorianos pudieron aumentar la diferencia, pero Armani evitó el tercero. Fue el punto de inflexión: a partir de los 20 minutos, River revivió. Lanzini comenzó a ser determinante desde la izquierda y, tras una jugada suya, Galoppo aprovechó un rebote para descontar. Con ese envión anímico, el Millonario fue por más.

Ignacio Fernández, otro ingreso clave, estrelló un balón en el travesaño y el rebote le quedó a Driussi, que no perdonó. Fue el 2-2 que River festejó con euforia, más aún por cómo se había desarrollado el partido. El final fue parejo, con ambos equipos buscando, pero sin la contundencia necesaria.

Con este empate, River se mantiene en la pelea del grupo y dejó en claro que aún en las condiciones más adversas, puede sobreponerse y salir fortalecido.

Estudiantes de La Plata consiguió una victoria vital por 1-0 ante Botafogo en el Estadio Jorge Luis Hirschi por la tercera jornada del grupo de la CONMEBOL Libertadores 2025.

Presionado por la necesidad de recuperarse tras la inesperada derrota como local ante la U de Chile, Estudiantes salió a la cancha con una actitud decidida. Desde el inicio, impuso una presión alta que logró incomodar a Botafogo, equipo que intentó salir jugando desde el fondo pero que se vio bloqueado por el buen posicionamiento táctico del conjunto platense.

Pese al dominio territorial, el Pincha tuvo problemas para crear ocasiones claras. El juego se concentró en el mediocampo, con escasas llegadas al área rival. La única situación destacada en la primera media hora fue una chance de Carrillo, que no prosperó. Sin embargo, el destino tenía preparada una sorpresa.

A los 38 minutos del primer tiempo, Carrillo probó desde lejos sin demasiada convicción. El remate fue débil, incluso desviado por un defensor. La pelota viajó mansa hacia las manos del arquero John, pero este se desconcentró en un instante clave. El balón picó suavemente y, ante la pasividad del guardameta, se coló en el arco. El silencio de incredulidad se apoderó del estadio, incluido Eduardo Domínguez, quien no podía creer lo que acababa de presenciar.

Con la ventaja en el marcador, Estudiantes jugó el complemento con mayor calma. Sin desesperarse por ampliar la diferencia, manejó los tiempos del partido y generó algunas aproximaciones que, si bien no fueron peligrosas, mantuvieron alerta a la defensa brasileña. El rival, por su parte, despertó recién pasada la hora de juego.

A los 68 minutos, el venezolano Savarino sacó un disparo potente desde fuera del área que sacudió el travesaño y picó en la línea, generando el suspiro generalizado de la hinchada local. Poco después, Matheus Martins exigió a un firme Mansilla con un remate bajo. Pero Botafogo no encontró más respuestas y se fue del estadio sin puntos.

El campeón vigente dejó una imagen desdibujada y Estudiantes aprovechó para sumar tres puntos de oro, que lo colocan segundo en la tabla, por detrás de Universidad de Chile y por encima del propio Botafogo. El grupo sigue abierto, pero el Pincha ya dio una muestra de carácter en casa.