En una noche para el olvido, Peñarol cayó de manera estrepitosa por 5-0 ante Botafogo en el Estadio Nilton Santos de Río de Janeiro, en el partido de ida de las semifinales de la CONMEBOL Libertadores.

Los uruguayos habían comenzado bien, con un planteo agresivo que parecía incomodar al conjunto brasileño, pero los errores defensivos y la contundencia del local terminaron por sentenciar la suerte de los dirigidos por Diego Aguirre, quienes ahora deberán enfrentar una dura misión en el partido de vuelta.

Un inicio esperanzador que no alcanzó

Los primeros minutos del encuentro mostraron a un Peñarol decidido a plantar cara. El equipo carbonero se lanzó al ataque y se adueñó del balón, lo que generó nerviosismo en la afición del “Fogão”. Thiago Almada fue el primero en probar desde afuera del área para los locales, pero Peñarol respondió con una jugada clara cuando Jaime Báez envió un centro que Darias no pudo conectar por muy poco. Rodrigo Pérez también estuvo cerca de abrir el marcador con un disparo potente que el arquero John desvió de manera espectacular.

A pesar de las buenas intenciones de los mirasoles, Botafogo fue recuperando terreno. Luiz Henrique comenzó a destacar con sus desbordes y Marlon también tuvo una oportunidad clara antes de finalizar el primer tiempo, con un remate que se fue por encima del arco defendido por Washington Aguerre. El primer tiempo terminó con el marcador igualado, pero daba la sensación de que el equipo local estaba cada vez más cerca de quebrar la paridad.

El derrumbe en el segundo tiempo

La segunda mitad fue completamente distinta. Botafogo salió decidido a dominar y a imponer su ritmo, y apenas a los 49 minutos de juego, el venezolano Jefferson Savarino aprovechó un excelente pase filtrado para quedar mano a mano con Aguerre y definir con tranquilidad para el 1-0. Ese gol fue un golpe anímico para Peñarol, que a partir de ese momento se desmoronó.

El segundo tanto no tardó en llegar. A los 55 minutos, tras un tiro de esquina, Alexander Barboza se encontró con un balón suelto en el área y, con una definición sencilla, marcó el 2-0. Peñarol intentó reaccionar con algunos cambios, incluyendo los ingresos de Camilo Mayada y Gastón Ramírez, pero el equipo uruguayo no logró encontrar respuestas.

Savarino, que ya había marcado el primer gol, volvió a ser protagonista al 64’ cuando anotó el 3-0 con un disparo bajo, aprovechando una floja respuesta de Aguerre. Con ese gol, el partido estaba prácticamente sentenciado, y Botafogo no bajó el pie del acelerador.

Goleada definitiva y un Peñarol sin respuestas

A partir del 3-0, el equipo uruguayo quedó completamente a merced de los brasileños. Diego Aguirre intentó oxigenar el equipo con los ingresos de Lucas Hernández y Sequeira, pero las modificaciones no cambiaron el curso del partido. Luiz Henrique, una de las grandes figuras de la noche, volvió a brillar cuando aprovechó un pase largo para picar el balón por encima de Aguerre y marcar un golazo que significó el 4-0.

El golpe final llegó a los 79 minutos, cuando Igor Jesús, en una jugada de contragolpe, conectó un cabezazo que se coló por encima del portero uruguayo para poner el 5-0 definitivo. Botafogo había convertido el partido en una verdadera exhibición y dejó a Peñarol completamente desorientado.

Una serie casi definida y un panorama desolador para Peñarol

El abultado resultado prácticamente define la serie a favor del equipo brasileño, que solo necesita un resultado manejable en la vuelta en el Campeón del Siglo para asegurarse su primera final de la Copa Libertadores. Con la confianza al máximo, Botafogo está en una posición inmejorable para pelear por el título continental, además de estar cerca de consagrarse en el Brasileirao, algo que no consigue desde 1995.

Peñarol, en cambio, se enfrenta a una misión casi imposible. Tras una actuación defensiva para el olvido, con graves desconcentraciones y falta de cohesión, el equipo carbonero deberá buscar una remontada histórica en Montevideo si quiere seguir con vida en la Libertadores. Diego Aguirre reconoció la dificultad del momento: “Ellos mostraron su mejor versión y terminamos sufriendo una derrota muy dolorosa. Podías perder, pero era inesperada esta diferencia”.

Caos fuera del campo y una jornada negra para Peñarol

El partido estuvo precedido por tensiones fuera del campo. Más de 250 hinchas de Peñarol fueron detenidos horas antes del encuentro en la playa del Recreio, tras protagonizar disturbios en la zona oeste de Río de Janeiro. Esto provocó un retraso en el inicio del partido, que comenzó 15 minutos más tarde de lo previsto. El presidente del club uruguayo, Ignacio Ruglio, responsabilizó a las autoridades locales por el retraso, argumentando que la delegación de Peñarol había llegado tarde al estadio debido a la negligencia de los responsables cariocas.

Además del caos en las gradas y las calles, el ambiente dentro del campo fue tenso desde el inicio. Un choque entre el lateral brasileño Alex Telles y el volante uruguayo Eduardo Darias generó un conato de pelea en los primeros minutos, pero la situación no pasó a mayores.

Con este resultado, Botafogo parece haber cerrado la serie antes del partido de vuelta y se encamina a disputar la gran final de la Copa Libertadores, mientras que Peñarol deberá replantearse profundamente si quiere soñar con una remontada en casa.

Lanús cumplió en su visita a Belo Horizonte y logró un valioso empate 1-1 ante Cruzeiro en la ida de las semifinales de la CONMEBOL Sudamericana 2024.

El encuentro se disputó en el estadio Mineirao, en un duelo muy parejo que dejó un buen sabor para los argentinos, quienes definirán la serie en su estadio, La Fortaleza, la próxima semana.

El partido comenzó sin muchas emociones en el primer tiempo, con ambos equipos estudiándose y pocas llegadas claras a los arcos. Lanús tuvo un gol anulado en la primera media hora, cuando Walter Bou disparó tras un rebote dentro del área, pero el VAR determinó que había posición adelantada en la jugada.

Cruzeiro tomó la ventaja a los cinco minutos del segundo tiempo, con un gol de Kaio Jorge, que aprovechó un rebote del arquero Nahuel Losada tras un tiro libre de Mateus Vital.

Lanús, lejos de desmoronarse, mejoró su rendimiento en la segunda mitad y fue a buscar el empate, que llegaría a través de una pelota parada, clave en los partidos internacionales.

Ramiro Carrera, el héroe del empate para Lanús

La igualdad para Lanús llegó gracias a Ramiro Carrera, quien se convirtió en el héroe de la noche brasileña con un gran cabezazo a los 28 minutos del segundo tiempo.

El volante aprovechó un córner ejecutado desde la derecha por Marcelino Moreno para elevarse en el área y conectar el balón con precisión, superando al arquero de Cruzeiro, Cássio, y marcando el 1-1 definitivo.

Carrera, con su presencia física y determinación, fue fundamental para que Lanús se llevara un resultado que mantiene vivas sus aspiraciones de alcanzar la final de la Sudamericana. Su gol no solo levantó los ánimos del equipo, sino que dejó abierta la serie de cara a la revancha en La Fortaleza, donde el Granate buscará sellar su pase a la final en Paraguay.

Imágenes: Prensa Lanús

Boca Juniors logró avanzar a las semifinales de la Copa Argentina 2024 tras empatar 1-1 con Gimnasia y Esgrima La Plata en un encuentro que ofreció emociones fuertes, incidentes en las tribunas y momentos de buen fútbol.

El equipo dirigido por Fernando Gago se impuso en la tanda de penales por 3-1, con una actuación espectacular del joven arquero Leandro Brey, quien fue la gran figura al atajar cuatro disparos desde los 12 pasos.

El partido comenzó con una sorpresa en la alineación de Boca. Gago optó por dejar a Sergio “Chiquito” Romero en el banco de suplentes y darle la titularidad a Brey, una apuesta que resultaría clave en el desenlace del encuentro. Además, el técnico decidió un cambio táctico, con la inclusión de dos extremos como Exequiel Zeballos y Brian Aguirre, y un doble cinco formado por Ignacio Miramón y Tomás Belmonte. Cristian Medina, en medio de rumores sobre su posible salida, pidió no ser convocado, y Kevin Zenón fue relegado por bajo rendimiento.

Desde el pitazo inicial, Boca mostró una intensidad que no había sido habitual en sus últimos encuentros. A los 8 minutos, el Xeneize encontró el primer gol del partido. Un centro preciso de Luis Advíncula desde la derecha fue aprovechado por Aaron Anselmino, quien entró sin marca por el segundo palo para cabecear y poner el 1-0. Con ese tanto, el partido tomó otro ritmo, y Boca se mostró más agresivo, buscando aprovechar los espacios que dejaba Gimnasia en su intento por igualar el marcador.

Pese al gol tempranero, el Lobo platense no se rindió y, aunque no logró crear situaciones de peligro claro, se mantuvo en partido con remates lejanos y alguna que otra llegada aislada. A los 35 minutos, Boca pudo haber ampliado la ventaja. Aguirre recuperó una pelota en campo rival y la jugada terminó con un remate de Zeballos que fue detenido por el arquero Rodrigo Rey, quien estuvo sólido bajo los tres palos.

Antes del final del primer tiempo, el partido comenzó a calentarse, con algunas infracciones fuertes que generaron fricción en el campo de juego. Boca tuvo una nueva oportunidad en los pies de Aguirre, pero su remate fue desviado y salvó al arquero de Gimnasia.

En el segundo tiempo, Boca sufrió la interrupción del partido por incidentes en las tribunas entre ambas hinchadas, lo que obligó a la policía a intervenir. Incluso Juan Román Riquelme, presidente de Boca, tuvo que bajar al campo para calmar a los aficionados. Tras reanudarse el juego, Gago movió el banco, buscando mayor control en el mediocampo con la entrada de Kevin Zenón y Marcelo Saracchi.

El equipo platense aprovechó un error de Brey en la salida para empatar el partido a los 20 minutos. Un centro al área generó un rebote que terminó empujando Marcos Rojo contra su propio arco, en una desafortunada jugada que puso el 1-1 en el marcador. Gimnasia, que había estado buscando el empate con más corazón que claridad, finalmente lo consiguió, reavivando el partido.

Boca no se resignó al empate y buscó el segundo gol con jugadas peligrosas de Advíncula y Saracchi, pero la precisión no estuvo del lado del equipo de Gago. El encuentro finalizó con Boca jugando con un hombre menos debido a la lesión de Kevin Zenón, tras una durísima entrada de Garayalde que no fue sancionada correctamente. Con el marcador igualado, la definición se trasladó a los penales.

Leandro Brey: El héroe inesperado que llevó a Boca a las semifinales

Si bien Boca mostró momentos de buen fútbol, el gran protagonista de la noche fue Leandro Brey. El joven arquero, que había cometido un error en la jugada que permitió el empate de Gimnasia, se redimió en la tanda de penales con una actuación memorable que quedará en la historia del club. Brey detuvo cuatro de los cinco penales que ejecutó el equipo platense, siendo clave para el triunfo de Boca.

La tanda comenzó favorable para Gimnasia, con Pablo de Blasis anotando el primer penal pese a que Brey estuvo cerca de atajarlo. Sin embargo, a partir de allí, el arquero se agigantó y se convirtió en una verdadera muralla. Atajó los disparos de Rodrigo Castillo, Franco Troyansky, Leonardo Morales y David Salazar, asegurando la clasificación de Boca a las semifinales.

Esta no es la primera vez que Brey se destaca en una definición por penales. Ya en los octavos de final ante Talleres de Córdoba, el juvenil había sido figura al detener un penal clave y luego convertir uno en la serie. Sin embargo, lo logrado ante Gimnasia es aún más impactante, ya que se convirtió en el primer arquero en la historia de Boca en atajar cuatro penales en una definición.

Tras el encuentro, Brey expresó su felicidad en declaraciones a la prensa: “Estoy muy contento. Sabíamos que iba a ser un partido duro, pero el equipo lo dio todo. Estudiamos mucho a los pateadores de Gimnasia con Chiquito Romero y los ayudantes, y eso me dio mucha confianza en la definición”. Además, el arquero destacó el apoyo que recibió de sus compañeros, en especial de Romero, quien lo abrazó al final del partido: “Le agradezco mucho a Chiquito, siempre me apoya y me da consejos valiosos”.

El futuro parece brillante para Leandro Brey, quien, con solo 21 años, ya se está consolidando como una de las grandes promesas del arco en el fútbol argentino. Boca, por su parte, sigue en carrera por la Copa Argentina, con la ilusión intacta de conquistar el título. Las semifinales se presentan como el próximo desafío para el equipo de Gago, que seguramente seguirá confiando en su joven guardameta.

Imágenes: Prensa Copa Argentina