Las selecciones de basquetbol de Puerto Rico y España clasificaron para los Juegos Olímpicos París 2024. Créditos: Andrés Aragón / Prensa Juegos Olímpicos

La selección española masculina de baloncesto se impuso a Bahamas por un apretado 86-78 y aseguró una plaza en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Serán los séptimos Juegos Olímpicos consecutivos para España, y los más caros en mucho tiempo, pues desde Seúl 1988 no había necesitado el Preolímpico para obtener una cuota. Es el signo de los nuevos tiempos donde el talento, aunque todavía notable, ya no la separa del resto de la élite del baloncesto europeo.

Sucedió de nuevo ante Bahamas, donde tantos encontraron su momento. Desde el desahogo inicial de Willy Hernangómez y Santi Aldama, autores de 13 de los 15 primeros puntos de España; a la defensa de Xabi López-Arostegui sobre Buddy Hield; el cerrojo de Usman Garuba; o los tres triples seguidos de Lorenzo Brown antes del descanso, que junto a un cuarto de Sergio Llull abrieron la primera brecha considerable en el marcador.

La victoria ante Bahamas fue el último peldaño en la escala de dificultad que ha afrontado la selección española en este Preolímpico. De la fase de grupos con Líbano y Angola, a la reñida semifinal contra Finlandia, a esta Bahamas que, como recalcaba Scariolo, tiene un talento individual de una dimensión a la que solo podía hacer frente desde el grupo.

España queda ahora encuadrada en el Grupo A de los Juegos Olímpicos de París 2024, donde se medirá a Canadá, bronce en el Mundial de 2023 y que esta vez sí contará con Jamal Murray; Australia, bronce olímpico en Tokio 2020; y Grecia, ganadora también en casa del Preolímpico del Pireo.

Por su parte Puerto Rico, la selección puertorriqueña masculina de baloncesto completó su hazaña y dirá presente en los Juegos Olímpicos por primera vez en veinte años. El equipo boricua derrotó a Lituania en la final del Preolímpico de San Juan (79-68) y obtuvo la última cuota en juego para París 2024.

Puerto Rico, liderado una vez más por el dúo que forman José Alvarado y Tremont Waters, y aupado por los más de 13.000 fanáticos que llenaron El Choli, completó el torneo perfecto. Cuatro partidos y cuatro victorias sobre Baréin, Italia, México y Lituania.

“A mis 12 muchachos, ellos son los héroes. Ellos hicieron historia esta noche”, declaró el seleccionador Nelson Colón tras el partido. “Vencimos a dos potencias del mundo aquí en la isla frente a nuestra gente porque creímos y nos preparamos para este momento. Agradezco por dejar los egos a un lado y poner el baloncesto, el equipo, primero”.

Los hombres de Nelson Colón quedan ahora encuadrados en el Grupo C junto a Estados Unidos, campeona olímpica de las últimas cuatro ediciones y que solo ha dejado escapar un oro desde el debut de los NBA en Barcelona 1992; Serbia, vigente subcampeona del mundo y plata olímpica en Río 2016; y Sudán del Sur, debutante en París 2024.

Jelena Ostapenko sigue en la zona. La decimotercera cabeza de serie superó a Yulia Putintseva 6-2, 6-3 en 68 minutos para alcanzar sus terceros cuartos de final de Wimbledon, y los primeros desde 2018.

En cuatro partidos en lo que va de esta quincena, la letona ha perdido solo 15 juegos, el número más bajo de cualquier jugadora en llegar a los cuartos de final desde los 14 de Victoria Azarenka en 2012, y pasó 4 horas y 5 minutos en la cancha. Su cuenta de 29 tiros ganadores contra Putintseva elevó su total del torneo a 88 en 63 partidos jugados.

Ostapenko y Putintseva habían llegado a este partido, su quinto encuentro en general, con un cara a cara empatado a dos victorias cada una. Tres de los cuatro partidos anteriores habían llegado hasta el final. Además, Putintseva había estado en una racha ganadora de ocho partidos que incluyó su primer título en hierba en Birmingham dos semanas antes, y una sorpresa sobre la número 1 del mundo Iga Swiatek en la ronda anterior.

Sin embargo, la contundente victoria de Ostapenko colocó al ex campeón de Roland Garros en los cuartos de final de un Grand Slam por sexta vez en total. Buscará una tercera semifinal de Grand Slam contra la cabeza de serie número 11 Danielle Collins o la cabeza de serie número 31 Barbora Krejcikova.

Ostapenko también es el único jugador hasta ahora en llegar a los cuartos de final de individuales y dobles. El domingo, Ostapenko y Lyudmyla Kichenok derrotaron a Tereza Mihalikova y Olivia Nicholls 3-6, 6-2, 6-3 para llegar a los cuartos de final. Krejcikova puede potencialmente unirse a ella, si derrota a Collins y también gana su concurso de tercera ronda de dobles, formando pareja con Laura Siegemund, sobre Chan Hao-Ching y Veronika Kudermetova.

Ostapenko sobre estar en la zona: “Estoy jugando agresiva, jugando mi juego, simplemente disfrutándolo probablemente más que antes. Probablemente tengo más confianza y soy más madura en la cancha, especialmente en este torneo. Sé lo que tengo que hacer, y lo estoy haciendo bastante bien, especialmente en los momentos decisivos. Solo estoy haciendo las cosas que he estado haciendo antes, como cuando gané el Abierto de Francia, cuando volví a estar en el Top 10.

“Tengo la capacidad de golpear la pelota con fuerza, así que ¿por qué no debería usarla?”

Taylor Fritz revirtió el trámite tras perder los dos primeros sets para derrotar por 4-6, 6-7 (4), 6-4, 7-6 (3) y 6-3 a Alexander Zverev y avanzar a los cuartos de final de Wimbledon. Informe e imagen: Prensa ATP

Taylor Fritz es el gran nombre propio de este lunes en Wimbledon. Y es que el estadounidense firmó una de las mayores victorias de su carrera en un marco incomparable como la Centre Court del All England Club.

“Fue increíble hacer esto en la Centre Court, remontar dos sets en contra”, confesó Fritz en la entrevista tras el partido. “Sentía que estaba haciendo un. buen tenis y que sólo era cuestión de unos puntos. Pensaba que podía ir set a set y darle la vuelta”. Y así lo hizo.

Es la tercera vez en su carrera que Fritz consigue voltear un partido en el que estaba contra las cuerdas en un Grand Slam, con su rival dominando en los dos primeros sets. Antes lo había logrado precisamente ante el hermano mayor de los Zverev, Mischa Zverev, en primera ronda del US Open 2018 y en la segunda ronda del Abierto de Australia 2020 ante Kevin Anderson.

La victoria le permite instalarse por segunda vez en los últimos tres años en cuartos de final de Wimbledon (2022, 2024), una ronda que también ha alcanzado en una ocasión en el Abierto de Australia y otra más en el US Open, su mejor marca en un Grand Slam.

El estadounidense vengó la derrota que había sufrido en 2018 ante Zverev también en cinco sets en la segunda ronda de Wimbledon. Y recortó distancias, en general, en el Lexus ATP Head2Head ante el alemán (5-4) e igualó su cara a cara esta temporada (1-1).

Y eso que tenía todo en contra. No sólo por los dos sets en contra, también porque su rival era uno de los dos jugadores que más partidos había ganado este año (40), únicamente superado por Jannik Sinner y venía con la confianza de haberse presentado en la final de Roland Garros.

La solidez con el servicio ayudó al dos veces campeón de las Nitto ATP Finals a abrir una importante brecha en el marcador para situarse 6-4, 7-6(4) sin haber entregado una opción de quiebre al estadounidense y ponerse, incluso, 4-4 en el tercer set. Pero Fritz no dejó de creer en sus opciones y aprovechó la primera rendija que el alemán dejó abierta para quedarse el tercer set.

El americano resistió también en el cuarto set para forzar el tie-break, donde devolvió la moneda a Zverev. Y acabó ganando la batalla mental. A sus 26 años, terminó con 67 golpes ganadores y tan sólo 23 errores no forzados. Su capacidad para reponerse le concedió el billete a cuartos de final, donde le espera Lorenzo Musetti.