Pese a la derrota por 3-1 ante el Borussia Dortmund con un triplete de Guirassy, el Barcelona se clasificó a semifinales de la Champions League tras hacer valer el 4-0 conseguido en la ida.

Con sufrimiento y sin brillo, el Barça regresó a semifinales de Champions tras seis años

El FC Barcelona está de regreso en una semifinal de Champions League. No fue una noche fácil, ni mucho menos perfecta, pero el 4-0 conseguido en la ida le permitió sobrevivir al asedio del Borussia Dortmund, que ganó 3-1 este martes en el Signal Iduna Park con un Serhou Guirassy intratable. El equipo de Xavi Hernández cerró la serie con un 5-3 global y disputará su primera semifinal desde la temporada 2018/19.

El Dortmund, empujado por su gente y sin nada que perder, salió con todo. A los 11 minutos, Guirassy cambió por gol un penalti cometido por Jules Koundé y encendió la ilusión local. El atacante de Guinea se convirtió en pesadilla para la defensa blaugrana: en la segunda parte marcó dos goles más, aprovechando desconcentraciones graves en la última línea.

El Barça, por su parte, tuvo una noche para el olvido. No remató al arco en todo el primer tiempo y echó en falta la presencia de Pedri en el medio y de Iñigo Martínez en la zaga. La baja producción ofensiva y los errores defensivos preocuparon, aunque el gol de Raphinha a los 69’ tras un contragolpe fulminante sirvió como bálsamo y permitió respirar a los catalanes.

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Uno de los que habló tras el encuentro fue Ousmane Dembélé, figura del PSG pero con pasado reciente en el Barcelona, y siguió de cerca el desarrollo del partido. “En partidos así, no podés desconectarte ni un segundo. El Barça sufrió y creo que eso le va a servir para lo que viene. Hay que aprender a manejar las emociones y estar siempre metidos”, señaló el extremo francés.

La clasificación marca un hito para los culés, que no llegaban tan lejos desde aquella dolorosa eliminación ante el Liverpool en Anfield, en 2019. “Este tipo de partidos, donde no estás bien y aún así pasás, también te fortalecen”, agregó Dembélé, quien valoró el paso dado por su exequipo.

Ahora, el Barça espera por el vencedor de la serie entre Inter y Bayern Múnich, que se definirá este miércoles. Mientras tanto, los de Xavi deberán corregir errores y enfocarse en LaLiga antes de volver a pensar en Europa.

Dembélé, autocrítico, pidió mayor exigencia para lo que viene. El equipo de Luis Enrique cayó 3-2 ante Aston Villa en Villa Park, pero se clasificó a semifinales de la UEFA Champions League gracias al 3-1 conseguido en la ida.

El PSG está en semifinales, pero Dembélé pide autocrítica: “Nos lo pusimos difícil”

El París Saint-Germain avanzó por segunda temporada consecutiva a las semifinales de la Champions League, pero lejos estuvo de hacerlo con tranquilidad. En Villa Park, perdió 3-2 ante un valiente Aston Villa, aunque el 3-1 de la ida en París le permitió sellar el pase con un global de 5-4. Tras el encuentro, Ousmane Dembélé se mostró crítico con la actuación del equipo y pidió mayor exigencia de cara a lo que viene.

El PSG parecía tener la serie resuelta cuando, en apenas 30 minutos, se puso 2-0 arriba con goles de Achraf Hakimi y Nuno Mendes. Sin embargo, un disparo desviado de Youri Tielemans redujo distancias antes del descanso y encendió la llama local. La segunda parte fue un vendaval para los franceses: en apenas tres minutos, John McGinn y Ezri Konsa dieron vuelta el partido y pusieron al conjunto de Unai Emery a un gol de la hazaña.

“Pensábamos que ya estábamos clasificados, que la eliminatoria estaba sentenciada”, confesó Dembélé en diálogo con Canal Plus. “Nos complicamos la vida, sobre todo en la segunda parte, en la que perdimos totalmente el control”, agregó el extremo francés, una de las figuras del equipo parisino durante la serie.

“Hay que ser exigentes, sobre todo en partidos como éste. Ellos también tienen buenos jugadores, pero creo que nos relajamos demasiado pronto”, subrayó. El PSG estuvo contra las cuerdas en el tramo final y apenas logró sostener la ventaja, incluso con varios errores defensivos que casi le cuestan la clasificación.

El propio Dembélé, con la voz de la experiencia, insistió en que este tipo de partidos deben servir como aprendizaje para lo que viene: “Esto nos ayudará, porque nos enseña a no desconectarnos nunca. Hay que jugar los dos partidos hasta el final”.

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Más allá del susto, el vestuario parisino terminó celebrando. “Estamos contentos por haber pasado, pero ahora hay que volver al trabajo. Para ganar este trofeo hay que ser muy, muy exigente”, concluyó Dembélé, quien será clave para el PSG en la semifinal ante el ganador de Arsenal vs Real Madrid, una serie que se definirá este miércoles en el Santiago Bernabéu.

Cerúndolo aplastó al campeón defensor, Navone remontó con garra ante Auger-Aliassime y Dedura-Palomero, de solo 16 años, marcó un hito en el ATP 500 de Múnich.

Jornada perfecta para los argentinos en el inicio del ATP 500 alemán. Cerúndolo barrió a Struff en tiempo récord, Navone remontó ante Auger-Aliassime y Dedura-Palomero se convirtió en el primer jugador nacido en 2008 en ganar un partido ATP.

La jornada inaugural del ATP 500 de Múnich tuvo sabor argentino y tintes históricos. Tres protagonistas dejaron su huella en la arcilla bávara: Francisco Cerúndolo, Mariano Navone y el joven germano-chileno Diego Dedura-Palomero.

El primero en dar la nota fue Francisco Cerúndolo, quien firmó una de las victorias más rápidas de su carrera profesional. En apenas 54 minutos, el porteño barrió de la cancha al local Jan-Lennard Struff, campeón defensor, con un aplastante 6-0 y 6-2. El actual N°22 del ranking ATP mostró un nivel demoledor, con una eficacia notable tanto al saque como al resto. Convirtió 5 de las 6 chances de quiebre y apenas cedió 9 puntos con su servicio.

“Sabía que iba a ser duro. Él ama jugar acá, pero yo estuve muy sólido. Tal vez no tuvo su mejor día, pero yo hice mi parte”, declaró el argentino, quien sumó su triunfo N°18 en la temporada y avanzó a enfrentar al kazajo Alexander Shevchenko, quien venció al italiano Flavio Cobolli.

Más tarde, fue el turno de Mariano Navone, que protagonizó una remontada monumental frente a Felix Auger-Aliassime (19°). El canadiense arrancó dominante, llevándose el primer set por 6-2, pero el argentino, fiel a su estilo luchador, se mantuvo en pelea y dio vuelta el partido por 2-6, 6-4 y 7-6(3) en más de tres horas de juego.

Tras un inicio de año irregular, el nacido en 9 de Julio demostró que su capacidad competitiva sigue intacta. El triunfo, además, significó su segunda victoria ante un Top 20 en 2025 (ya había superado a Holger Rune en Buenos Aires). En segunda ronda, enfrentará al belga David Goffin.

Una nave muy versátil en Múnich

Uno de los mejores puntos en su triunfo debutando en el @BMWOpen500

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Sin embargo, el momento más conmovedor del día lo protagonizó Diego Dedura-Palomero. El joven de 16 años, que accedió como lucky loser al cuadro principal, venció a Denis Shapovalov, quien abandonó el partido cuando perdía 7-6(2), 3-0. El alemán de ascendencia chilena y lituana se convirtió en el primer tenista nacido a partir de 2008 en ganar un partido ATP.

Criado por padres entrenadores de tenis, Dedura-Palomero impactó al circuito no sólo por su edad, sino por la madurez con la que encaró su debut. En la siguiente ronda, chocará con el ganador del cruce entre Zizou Bergs y Alexander Bublik.

En contraste, el chileno Nicolás Jarry y el español Roberto Bautista Agut fueron sorpresivamente eliminados en sus debuts.