Cerúndolo aplastó al campeón defensor, Navone remontó con garra ante Auger-Aliassime y Dedura-Palomero, de solo 16 años, marcó un hito en el ATP 500 de Múnich.

Jornada perfecta para los argentinos en el inicio del ATP 500 alemán. Cerúndolo barrió a Struff en tiempo récord, Navone remontó ante Auger-Aliassime y Dedura-Palomero se convirtió en el primer jugador nacido en 2008 en ganar un partido ATP.

La jornada inaugural del ATP 500 de Múnich tuvo sabor argentino y tintes históricos. Tres protagonistas dejaron su huella en la arcilla bávara: Francisco Cerúndolo, Mariano Navone y el joven germano-chileno Diego Dedura-Palomero.

El primero en dar la nota fue Francisco Cerúndolo, quien firmó una de las victorias más rápidas de su carrera profesional. En apenas 54 minutos, el porteño barrió de la cancha al local Jan-Lennard Struff, campeón defensor, con un aplastante 6-0 y 6-2. El actual N°22 del ranking ATP mostró un nivel demoledor, con una eficacia notable tanto al saque como al resto. Convirtió 5 de las 6 chances de quiebre y apenas cedió 9 puntos con su servicio.

“Sabía que iba a ser duro. Él ama jugar acá, pero yo estuve muy sólido. Tal vez no tuvo su mejor día, pero yo hice mi parte”, declaró el argentino, quien sumó su triunfo N°18 en la temporada y avanzó a enfrentar al kazajo Alexander Shevchenko, quien venció al italiano Flavio Cobolli.

Más tarde, fue el turno de Mariano Navone, que protagonizó una remontada monumental frente a Felix Auger-Aliassime (19°). El canadiense arrancó dominante, llevándose el primer set por 6-2, pero el argentino, fiel a su estilo luchador, se mantuvo en pelea y dio vuelta el partido por 2-6, 6-4 y 7-6(3) en más de tres horas de juego.

Tras un inicio de año irregular, el nacido en 9 de Julio demostró que su capacidad competitiva sigue intacta. El triunfo, además, significó su segunda victoria ante un Top 20 en 2025 (ya había superado a Holger Rune en Buenos Aires). En segunda ronda, enfrentará al belga David Goffin.

Una nave muy versátil en Múnich

Uno de los mejores puntos en su triunfo debutando en el @BMWOpen500

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— ATP Tour en Español (@ATPTour_ES) April 16, 2025

Sin embargo, el momento más conmovedor del día lo protagonizó Diego Dedura-Palomero. El joven de 16 años, que accedió como lucky loser al cuadro principal, venció a Denis Shapovalov, quien abandonó el partido cuando perdía 7-6(2), 3-0. El alemán de ascendencia chilena y lituana se convirtió en el primer tenista nacido a partir de 2008 en ganar un partido ATP.

Criado por padres entrenadores de tenis, Dedura-Palomero impactó al circuito no sólo por su edad, sino por la madurez con la que encaró su debut. En la siguiente ronda, chocará con el ganador del cruce entre Zizou Bergs y Alexander Bublik.

En contraste, el chileno Nicolás Jarry y el español Roberto Bautista Agut fueron sorpresivamente eliminados en sus debuts.

Carlos Alcaraz debutó con triunfo ante Ethan Quinn en el Barcelona Open Banc Sabadell. También ganaron Sebastián Báez, Casper Ruud y Stefanos Tsitsipas. Tomás Etcheverry, eliminado.

La jornada del martes en el Barcelona Open Banc Sabadell estuvo repleta de acción, emociones encontradas y victorias clave para varias figuras del circuito. El gran protagonista fue sin dudas Carlos Alcaraz, quien regresó a la arcilla catalana con una actuación sólida ante el estadounidense Ethan Quinn, al que derrotó por 6-2 y 7-6(6) en su primer paso hacia la defensa del título.

El murciano, actual número 2 del mundo tras consagrarse en Montecarlo, mostró buen ritmo desde el inicio y apenas tuvo sobresaltos, salvo por el cierre del segundo set, donde Quinn llegó a tener punto de set. Alcaraz, sin embargo, resolvió con solvencia y ya tiene rival confirmado para octavos: será el serbio Laslo Djere, quien viene de remontar ante Arthur Rinderknech.

Por su parte, el argentino Sebastián Báez también mostró firmeza y efectividad para superar al bosnio Damir Dzumhur por 6-1 y 7-5. El bonaerense, especialista en arcilla, controló el ritmo del encuentro desde el comienzo y cerró en sets corridos un triunfo que lo proyecta como uno de los latinoamericanos más competitivos del torneo.

El otro lado de la moneda fue la temprana eliminación de Tomás Etcheverry, que no pudo con el empuje y la consistencia del australiano Alex de Miñaur, quien se impuso por doble 6-4. Etcheverry, que venía de buenos rendimientos en semanas anteriores, no logró imponer su juego y quedó fuera en primera ronda.

En cuanto a los cabezas de serie, los dos últimos finalistas del torneo catalán, Casper Ruud y Stefanos Tsitsipas, no fallaron. El noruego, actual campeón, derrotó al colombiano Daniel Galán por 6-4 y 6-3, mientras que el griego, que suma cuatro finales en este evento sin títulos, arrolló a Reilly Opelka con un doble 6-2.

Además, el español Jaume Munar ofreció una de las remontadas más destacadas del día: se recuperó de un mal inicio ante Frances Tiafoe para imponerse por 2-6, 7-5 y 6-1, mostrando carácter ante un rival de experiencia.

También se destacó el triunfo de Alejandro Davidovich Fokina, quien superó con contundencia al suizo Stan Wawrinka por 6-1 y 6-4. El malagueño, en ascenso tras su paso por Montecarlo, parece reencontrarse con su mejor nivel justo en el inicio de la gira europea de arcilla.

The reaction says it all! @alexdavidovich1 continues his fine form, defeating Wawrinka 6-1 6-4 to book his spot in R2!@bcnopenbs | #BCNOpenBS pic.twitter.com/PKcswLKbZz

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En contraste, Pablo Carreño Busta volvió a competir tras una larga inactividad y cayó con honor ante el talentoso francés Arthur Fils (7-6, 6-3), en un duelo donde el español dejó buenas sensaciones pese a la derrota.

La jornada dejó a Alcaraz, Báez, Ruud, Tsitsipas, Munar y Davidovich como los grandes protagonistas, y confirmó que el torneo catalán está dispuesto a ofrecer un espectáculo de alto nivel desde las primeras rondas.

Pedro Martínez logró su primer triunfo en el Barcelona Open Banc Sabadell, mientras que el estadounidense Sebastian Korda remontó ante Arnaldi. La jornada también marcó la emotiva despedida de Albert Ramos-Viñolas, leyenda del tenis español.

En un lunes cargado de emociones, el Barcelona Open Banc Sabadell vivió una jornada de contrastes: la irrupción triunfal de Pedro Martínez, la solidez de Sebastian Korda, y la despedida cargada de sentimientos de Albert Ramos-Viñolas, que eligió el escenario de su ciudad para decir adiós.

En la Pista Rafael Nadal, Pedro Martínez firmó una de las victorias más importantes de su carrera. El valenciano de 27 años venció al estadounidense Brandon Nakashima por 7-5, 5-7 y 6-4 tras más de tres horas de juego. Fue su primer triunfo en el torneo catalán tras varias participaciones frustradas, y llegó en uno de los mejores momentos de su trayectoria, consolidado en el puesto 49 del PIF ATP Rankings. El español mostró un enorme temple en los momentos críticos y emocionó al público con su espíritu combativo.

Después de un buen inicio de gira sobre polvo de ladrillo, con victorias en Bucarest y Montecarlo, Martínez busca extender su gran momento en una parte del cuadro donde se cruzará con el ganador entre Pablo Carreño Busta y Arthur Fils. Con la ambición de igualar su actuación en Buenos Aires, donde alcanzó semifinales, Pedro quiere seguir siendo protagonista en la tierra batida.

Más temprano, Sebastian Korda se vio obligado a levantar un set en contra ante el italiano Matteo Arnaldi, pero reaccionó con temple para imponerse por 3-6, 6-3 y 6-2. El estadounidense, 24° del mundo, selló su pase a los octavos, donde enfrentará a un rival de fuste: el vencedor entre Stefanos Tsitsipas y Reilly Opelka.

Pero la postal más conmovedora del día fue la del adiós de Albert Ramos-Viñolas. A los 37 años, el catalán jugó su último partido en el torneo que lo vio crecer como profesional. Aunque cayó 7-5, 6-4 ante Holger Rune, el barcelonés recibió una ovación cerrada de su gente y se despidió con lágrimas, familia, amigos y una vida dedicada al tenis.

Con 17 participaciones en el ATP 500 de Barcelona, Ramos-Viñolas fue uno de los jugadores más constantes del evento. Entre sus mayores logros figuran los cuartos de final de 2013 y 2017. Su carrera, con cuatro títulos ATP y un inolvidable paso por Roland Garros y la final de Montecarlo, deja huella como uno de los grandes gladiadores de la tierra batida española.

“Los dolores ya no me permiten entrenar como necesito. Lo decidí hace tres semanas, después de Girona. Mi cabeza necesitaba prepararse para dejar el tenis”, confesó ante una grada emocionada.

Su adiós fue la nota sentimental de una jornada marcada por el espíritu de lucha y la renovación de ilusiones en la arcilla catalana.