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En medio de la previa a la final del Torneo Clausura, Verón al TAS por la sanción impuesta por el Tribunal de Disciplina de AFA reabre un conflicto que ya estalló en todos los frentes.
La tensión vuelve a encenderse en el fútbol argentino: Verón apela su sanción en el TAS será el nuevo capítulo de un conflicto que ya atravesó canchas, pasillos, redes sociales y despachos de dirigentes. Mientras Estudiantes de La Plata se prepara para disputar la final del Torneo Clausura ante Racing, su presidente, Juan Sebastián Verón, decidió llevar su caso al Tribunal Arbitral del Deporte, con sede en Lausana, para apelar la suspensión de seis meses que le impuso el Tribunal de Disciplina de la AFA tras el escándalo del pasillo de espaldas frente a Rosario Central.
La sanción, dictada el 27 de noviembre, determinó que Verón era responsable de ordenar la polémica formación de su plantel dándole la espalda al equipo rosarino, proclamado campeón de la tabla anual por la AFA. Para el dirigente pincha, la decisión es “arbitraria” y vulnera su posibilidad de ejercer sus funciones institucionales, motivo por el cual recurrirá al máximo organismo deportivo internacional en busca de que el castigo quede sin efecto.
Las consecuencias del fallo no recayeron únicamente sobre el presidente. Los 11 titulares de Estudiantes que participaron del gesto recibieron dos fechas de suspensión, mientras que el capitán de la jornada, Santiago Núñez, quedó imposibilitado de portar la cinta durante tres meses. La medida generó un cruce inmediato entre sectores de la dirigencia del club y altos funcionarios de la AFA.
Entre ellos se destacó la figura de Pablo Toviggino, tesorero de la Asociación y hombre de extrema confianza de Claudio Tapia, quien, sin nombrarlo, calificó a Verón como “enemigo” en redes sociales apenas un día después del fallo. El ida y vuelta digital volvió a exponer un vínculo deteriorado desde hace tiempo.
La Brujita, lejos de bajar el tono, respondió a través de declaraciones en las que manifestó estar preocupado por las amenazas dirigidas hacia la institución: “Sobre mi persona, lo tomo como una chicana y me río, pero la amenaza a una institución como Estudiantes es grave. Decir que en 2026 la va a pasar mal es una bajeza. Vamos a tener que estar atentos”, expresó.
Con el equipo enfocado en la final y la dirigencia en plena estrategia legal, el conflicto suma un nuevo capítulo que podría derivar en repercusiones nacionales e internacionales. Hasta ahora, los puntos salientes fueron:
- La sanción de seis meses a Verón.
- Las suspensiones para los futbolistas.
- Las declaraciones de Toviggino.
- La escalada institucional que ahora llega al TAS.


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