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Augusto Batalla y un crudo testimonio sobre la actualidad de San Lorenzo sacudió al mundo azulgrana. Desde España, el arquero reveló su dolor por el presente institucional, confesó que le hubiese encantado seguir en Boedo y dejó frases que resonaron fuerte entre los hinchas.
Augusto Batalla y un crudo testimonio sobre la actualidad de San Lorenzo volvió a poner el foco en una herida que aún duele en Boedo. El arquero, hoy figura del Rayo Vallecano en LaLiga, recordó con emoción su paso por el Ciclón y no ocultó su tristeza por el momento que atraviesa la institución que lo vio consolidarse en Primera División.
Batalla, de 29 años, llegó a San Lorenzo cedido desde River Plate y terminó transformándose en una pieza clave del equipo durante dos temporadas. No solo se adueñó del arco tras el retiro de Sebastián Torrico, sino que también construyó un fuerte vínculo con el club y su gente. Por eso, sus palabras impactaron con fuerza.
“Me duele ver cómo está el club. No me sorprende lo que atraviesa por las personas que están al frente, pero me duele, inclusive”, expresó el arquero en declaraciones recogidas por Bolavip, dejando una crítica directa a la conducción institucional del Ciclón.
Lejos de la indiferencia, Batalla mostró un profundo sentido de pertenencia: “Deseo con toda mi alma que mejore por la gente de San Lorenzo, por mis amigos y por la gente del club, que son unos laburantes de puta madre. A mí no me van a contar nada, yo vivía ahí todos los días”.
Sobre su salida, el arquero fue claro y sincero. San Lorenzo tuvo dos opciones de compra accesibles para quedarse con su pase, pero ninguna fue ejecutada. “No lo hicieron, o por falta de recursos o porque priorizaron otra cosa. Yo era feliz ahí, vivía en mi casa, cerca de mi familia y la de mi mujer. Me hubiese encantado seguir”, confesó.
Batalla también reveló que, durante el proceso electoral en el club, los cuatro candidatos a presidente manifestaron su deseo de que continuara, aunque ninguno se comunicó formalmente. En ese contexto apareció la propuesta de Granada, club con el que tuvo un buen rendimiento pese al descenso, y luego su llegada al Rayo Vallecano, donde hoy atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera.
“Imaginate lo poco que tenía: era San Lorenzo u otra cosa”, cerró el arquero, dejando la sensación de que su ciclo en Boedo podría haber tenido un final muy distinto si el proyecto deportivo hubiera acompañado.


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