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En un Fortín de Las Morochas colmado de emoción, Argentino de Junín permanece en la Liga Nacional de Básquet tras vencer a Zárate Basket 78-61 y lograr la ansiada permanencia.
El Fortín de Las Morochas fue el escenario de una noche cargada de emociones y definiciones. Con el aliento incansable de su gente, Argentino de Junín permanece en la Liga Nacional de Básquet luego de imponerse por 78-61 ante Zárate Basket, sellando la serie de permanencia y garantizando su continuidad en la máxima categoría del básquet nacional.
El arranque del partido mostró la tensión lógica de una definición por la permanencia. Ambos equipos comenzaron con imprecisiones y nerviosismo. En ese contexto, Fernando Podestá fue el primer faro del conjunto juninense, dominando la pintura en los primeros minutos. Sin embargo, Zárate Basket, de la mano de Lorenzo Capponi y su eficacia desde el perímetro, se fue al primer descanso con ventaja de 23-17.
El segundo cuarto fue trabado, cortado por las faltas y con un ritmo interrumpido que dificultó la fluidez de ambos. A pesar de que Capponi seguía guiando a la visita, Argentino no perdió el enfoque. Un triple oportuno de Manuel Gómez sobre el cierre de la primera mitad le permitió al Turco irse al descanso largo arriba por 42-39, recuperando la confianza.
Tras el entretiempo, el conjunto dirigido por Eduardo Jápez salió renovado. El extranjero Manny Hernández se adueñó del protagonismo, aportando intensidad y efectividad tanto en defensa como en ataque. No obstante, Julián Aprea mantenía a Zárate expectante con su juego en la pintura.
Pero el tramo final fue completamente azul y blanco. Con una defensa asfixiante, mucha energía colectiva y un público encendido, Argentino de Junín permanece en la Liga Nacional de Básquet con una segunda mitad arrolladora que quebró las esperanzas de los zarateños. El marcador final de 78-61 desató el festejo y el desahogo de todo el pueblo Turco.
Con este triunfo, Argentino de Junín reafirma su carácter en las instancias definitorias. Durante la temporada, el Turco ha atravesado momentos difíciles: la salida de Julián Pagura como entrenador, la llegada de refuerzos como Yasmany Fundora Arrechavaleta, la lucha sin descanso en los playout y la apuesta por la juventud de Jeremías Frontera y Tomás Allende. A pesar de todos los obstáculos, el premio fue quedarse, una vez más, en la élite del básquet argentino.
