Vista previa
Pese a un arranque plagado de errores, el australiano Jack Doohan, conservaría su asiento hasta mitad de temporada. Mientras tanto, la figura de Franco Colapinto sigue al acecho y suma presión dentro del equipo.
El futuro de Jack Doohan en la Fórmula 1 ha sido tema de debate incluso antes de su debut oficial. Y ahora, con un arranque de temporada cargado de incidentes, su lugar en Alpine volvió a estar en el foco. Sin embargo, según informó el portal The Race, el australiano tendría asegurado su asiento al menos hasta el verano europeo, desestimando los rumores de un reemplazo inmediato en el GP de Miami.
El piloto debutante ha tenido un inicio difícil: abandono en Australia en la primera vuelta, sanciones en China y un fuerte accidente en prácticas en Japón. A esto se sumó su frustrante carrera en Baréin, donde cayó al 14º puesto por una penalización, pese a haber estado cerca de los puntos.
Pero dentro de Alpine no hay consenso total sobre su reemplazo. Si bien Flavio Briatore, asesor del equipo, ha manifestado admiración por Franco Colapinto, la cúpula técnica y el director Oliver Oakes aún confían en el potencial de Doohan. “Está haciendo un buen trabajo. Especialmente en clasificación y en los primeros stints de carrera. Solo necesita terminar de unir todas las piezas”, dijo Oakes tras la fecha en Baréin.
The moment that brought out a Red Flag. Jack Doohan is OK.pic.twitter.com/LDWQbW210M
— sim (@simsgazette) April 4, 2025
Colapinto, quien se sumó este año como piloto reserva, ha generado “mucho ruido” según el propio Oakes. Su trabajo en el simulador y la llegada de apoyos comerciales sudamericanos alimentaron las especulaciones. Sin embargo, desde Alpine se insiste en que no hay garantías de reemplazo y que Doohan tiene hasta la mitad de temporada para demostrar su valía.
“El auto fue bueno hasta que dejó de serlo”, resumió Doohan tras Baréin. “Hay puntos positivos, pero necesito que todo se junte. Vamos a otro GP caluroso, y quiero construir sobre esta base”.
Por ahora, el australiano resiste. Pero con la presión creciente, el acecho constante de Colapinto y un equipo que no puede permitirse errores, cada carrera será un examen. Y el margen de error, cada vez menor.