Carlos Alcaraz se coronó campeón al vencer a Sinner en una final increíble, la más larga de la historia en Roland Garros, y sumó su segundo título consecutivo en París con tan solo 22 años.
Carlos Alcaraz se coronó campeón al vencer a Sinner en una final increíble. El español, de apenas 22 años, firmó una gesta monumental en la Philippe Chatrier al derrotar al italiano Jannik Sinner por 4-6, 6-7(4), 6-4, 7-6(3), 7-6(2) tras 5 horas y 28 minutos de batalla, en la final más larga de la historia de Roland Garros.
La jornada comenzó con emoción, cuando Alcaraz agradeció a su equipo y a su familia por el apoyo incondicional: “He tenido la suerte de tener mucha gente que ha venido desde Murcia para apoyarme. Este trofeo también es vuestro”, expresó el murciano, visiblemente emocionado tras consagrarse por segunda vez en París.
En la pista, ambos regalaron un espectáculo memorable, cargado de intercambios electrizantes, quiebres dramáticos y puntos de altísimo vuelo. Sinner, número 1 del mundo, llegó invicto a la final sin ceder sets durante el torneo, pero se topó con un Alcaraz resiliente, capaz de levantar tres puntos de partido en el cuarto set y estirar la definición a un desenlace de película.

“Es increíble el nivel que tienes”, le dijo Alcaraz a Sinner durante la ceremonia de premiación. “Sé lo duro que trabajas. Estoy seguro de que serás campeón, no una sino muchas veces. Es un privilegio compartir contigo la pista”.
El triunfo no solo le permitió a Alcaraz levantar su quinta corona de Grand Slam, sino también sumarse a un club muy selecto: es el sexto hombre en la Era Abierta que logra remontar dos sets en contra en una final de Roland Garros, junto a leyendas como Björn Borg, Ivan Lendl, Andre Agassi, Gastón Gaudio y Novak Djokovic.
Con esta victoria, Alcaraz también recorta distancia en el ranking PIF ATP hacia el propio Sinner, alimentando la batalla por el número 1 de cara a Wimbledon. Además, se consolida como líder absoluto de la PIF ATP Live Race To Turin, en busca de las Nitto ATP Finals.
Este Roland Garros dejó imágenes imborrables: el regreso competitivo de Djokovic, la consagración de Alcaraz, el ascenso imparable de Sinner, la gran campaña de Musetti y la confirmación de que el futuro del tenis está en manos de una nueva generación dorada.