Cristian Garín completó una de las gestas de la semana, tumbando al primer cabeza de serie Alexander Zverev por 6-4 y 6-4 en Múnich.

Si Cristian Garín está recuperando su mejor versión, sobre la arcilla del BMW Open empiezan a acumularse las evidencias. El chileno escaló este viernes hasta las semifinales del ATP 250 de Múnich, un escenario húmedo y de temperaturas bajas donde quiere recuperar la autoridad en el vestuario. Sobre unas canchas que frenan las pelotas y obligan a redoblar esfuerzos, la tenacidad del sudamericano sigue acaparando buena parte de las miradas.

El jugador de Santiago completó una de las gestas de la semana, tumbando al primer cabeza de serie Alexander Zverev por 6-4, 6-4 para terminar de consolidar su candidatura al trono. En un choque entre antiguos campeones del torneo, Garín exhibió su renacer en la temporada de tierra batida. La constancia del sudamericano le permitió conseguir la victoria sin entregar el servicio y atrapando el 40% de los puntos al resto, una gesta al alcance de pocos ante el germano.

“Las condiciones han sido complicadas”, reconoció Garín, que firmó la cuarta victoria Top 10 de su carrera bajo una densa manta de nubes. “He intentado enfocarme en sacar mi tenis y seguir concentrado porque no es sencillo jugar así. Al margen de eso, estoy contento con la manera en que estoy jugando esta semana. He logrado luchar por cada punto, estar metido en los partidos en cada pelota y eso es muy importante para mí”.

Un duelo sobre arcilla ante Zverev fue un examen sin secretos para Garín, con la receta del partido bien grabada en la retina. Algunas de las páginas más brillantes de su carrera se produjeron con este lienzo ante sus manos. El chileno conquistó el título junior de Roland Garros batiendo al alemán, al que también derrotó camino de la copa de Múnich en 2019, deteniendo dos años de dominio impecable de Alexander en el torneo.

El triunfo de Garín fue, ante todo, una victoria sobre los elementos. En una semana de frío intenso en Baviera, ante una grada donde abrigos de plumón y chubasqueros son la norma, el chileno exhibió una formidable capacidad de concentración para no encontrar una excusa en el ambiente. Como ya ocurriera cinco año atrás, cuando disputó la final del torneo a 6 grados de temperatura, Cristian logró cerrar el partido siendo el más fuerte sobre la cancha.

“Quizá este clima sea bueno para mi juego, todavía no estoy seguro”, bromeó el chileno, que en 2019 levantó la copa ante Matteo Berrettini tras un duelo helador. “Haga sol, esté lloviendo, sin importar el tiempo que haga, trato de sacar mi tenis adelante. Intento jugar agresivo y concentrarme en las cosas que me ayudan”.

Ese enfoque será necesario en los partidos decisivos del torneo. El chileno, presente en su segunda semifinal ATP Tour consecutiva tras rozar la gloria en Estoril, disputará la penúltima ronda de Múnich ante el tercer cabeza de serie Taylor Fritz, vencedor por 4-6, 6-3, 7-6(1) ante el británico Jack Draper.

Tomás Martín Etcheverry resolvió uno de los grandes choques de la semana, por 7-6(4) y 7-6(1) ante el británico Cameron Norrie en Barcelona

Hay semanas que cambian carreras deportivas y Tomás Martín Etcheverry podrían acercarse a la suya en el Barcelona Open Banc Sabadell. El argentino escaló este viernes hasta su primera semifinal en un torneo ATP 500, demostrando haber llegado a la Ciudad Condal disputado a postularse por la copa. El sudamericano, toda una sensación con su tenis directo, sigue confirmando su regreso a la plena forma en la temporada de arcilla.

El platense resolvió uno de los grandes choques de la semana, manteniendo la mirada 7-6(4), 7-6(1) al británico Cameron Norrie para atrapar un duelo estrecho, con apenas dos roturas sobre la arcilla. Ante uno de los rivales con más experiencia del cuadro, Etcheverry afrontó un test de paciencia, tenacidad y capacidad de sufrimiento para firmar una de las victorias más trabajadas de la temporada.

La irrupción de la Ciudad Condal confirma el regreso de la confianza a sus golpes. Después de sufrir un desgarro muscular en su pierna derecha en Buenos Aires, un percance que le hizo renunciar a Indian Wells y firmar apenas un partido en Miami, el argentino ha empleado la tierra batida como bálsamo. Antes de desatar la furia de su tenis en Barcelona, Etcheverry acumuló poderío sobre arcilla en Houston y Montecarlo, donde únicamente los campeones fueron capaces de frenarle.

“Estoy super contento. Venía de un parate sin poder jugar. Estuve lesionado después de Argentina. Es una superficie donde me siento muy cómodo, es la que más me gusta”, reconoció Etcheverry, vigente cuartofinalista de Roland Garros. “Comenzar la temporada de ladrillo de esta manera te trae mucha confianza para lo que resta de los torneos grandes que se vienen”.

Ahora, la candidatura al Trofeo Conde de Godó exigirá una prueba de nivel absoluta. Etcheverry disputará las semifinales en Barcelona ante el tercer cabeza de serie Casper Ruud. El noruego, lanzado en arcilla tras su reciente subcampeonato en Montecarlo, superó 6-4, 6-3 al italiano Matteo Arnaldi para llegar sin rasguños a la penúltima ronda del torneo.

“Es un placer. Estoy súper contento, porque es un torneo que tiene mucha tradición”, subrayó el argentino en las entrañas del Real Club de Tennis Barcelona-1899. “Barcelona es algo muy especial para nosotros los que sabemos lo que es la tierra batida. En clay es uno de los eventos más importantes. De mi lado estoy súper feliz porque venía buscando un resultado en un torneo grande como este”.

Con la gloria a dos pasos de distancia, el platense quiere firmar una gesta nacional en el Barcelona Open Banc Sabadell. Etcheverry, que ya firma la mejor actuación de su carrera en el ATP 500 catalán, puede seguir los pasos de sus compatriotas Martín Jaite (1987) y Gastón Gaudio (2002) sobre la tierra batida de la Ciudad Condal. Una ilusión para unirse a un cuadro de honor repleto de leyendas.

“De chiquito siempre crecí viendo a Roger, Rafa y Novak. Pero de esa época siempre admiré a Del Potro. Desde Argentina obviamente La Legión Argentina tuvo jugadores que tuvimos la suerte de vivir, desde Cañas, Coria, Gaudio, Chela,… hubo un momento en Argentina muy bueno, ojalá podamos volver a tenerlo con otros jugadores”.

Lucas González Vélez es el nuevo director técnico de Central Córdoba de Santiago, club al que conducirá en los próximos compromisos de la Liga profesional del Fútbol Argentino.

El técnico colombiano, de 42 años, viene de dirigir América de Cali de Colombia y tomará las riendas, luego de la renuncia presentada por Abél Balbo y el interinato de Juan Carlos Roldán, luego del empate 3-3 con Deportivo Riestra, en la ciudad de Buenos Aires.

Según informó el Diario El Liberal de Santiago, el vicepresidente del ferroviario, Darío Alarcón, reveló porque la comisión directiva se decidió por la contratación de González Vélez.

“Nos decidimos por él por su trabajo. Se formó en Australia y tiene experiencia dirigiendo ya en la Primera de Colombia, equipos importantes. Esperemos que pueda tener un buen paso por Central Córdoba. Estamos conformes y ojalá que pueda adaptarse bien. El lunes ya se hará cargo del equipo. Estará llegando el domingo al país”, aseguró. (Fuente: El Liberal)

González Vélez, comenzó como DT en Águilas Doradas Rionegro en la máxima categoría del fútbol colombiano, en reemplazo de Leonel Álvarez. En su primera experiencia como entrenador en el Torneo Apertura 2023 tuvo una destacada campaña quedando en la primera posición en el todos contra todos, aunque en el cuadrangular final quedaría eliminado y sin chances de jugar la final.

Tras desvincularse de la Águilas pasó a ser técnico del América de Cali, su comienzo en el club no fue bueno y fue despedido a los dos meses, pero los jugadores respaldaron su performance y continuó en el club hasta enero de este año.

Esta es una nueva experiencia para el técnico colombiano, que deberá enderezar al conjunto Ferroviario para llevarlo a buen puerto en la lucha por no descender