Nuevas maneras de financiamiento para el desarrollo de países que no tienen posibilidades de necesidades básicas. Fuente: Informe del Banco Mundial
En Indonesia, alrededor de 20 millones de personas carecen de acceso a la electricidad —un desafío de grandes proporciones para este archipiélago tan diverso—. Al mismo tiempo, el país se esfuerza por responder a las crecientes demandas de energía de una economía de ingreso mediano, sin dejar de lado sus compromisos nacionales de producir el 23 % de la energía a partir de fuentes renovables para 2025 y reducir las emisiones de carbono en un 29 % para 2030.
Afortunadamente, la geografía de Indonesia ofrece una oportunidad singular: el país posee el 40 % de las reservas de energía geotérmica del mundo. El aprovechamiento de este recurso podría servir para brindar servicio eléctrico a zonas con gran demanda y aliviar la pobreza por medio de la electrificación en zonas rurales.
Hacer frente a desafíos costosos
A pesar de sus beneficios, un emplazamiento geotérmico trae consigo riesgos considerables y costos elevados que a menudo han resultado ser inasequibles para los promotores de este tipo de proyectos. La exploración puede costar entre USD 30 millones y USD 50 millones, y no hay forma de recuperar las pérdidas si los recursos geotérmicos resultan insuficientes. Las etapas posteriores de la explotación son menos riesgosas, pero más costosas: se necesitan hasta USD 400 millones para establecer una planta de 100 megavatios. Debido a que existen cientos de posibles emplazamientos geotérmicos en todo el país, harán falta miles de millones de dólares en inversiones para poder aprovechar el potencial de esta forma de energía en Indonesia.
¿Qué pueden hacer los países como Indonesia para acceder al financiamiento —y también a los conocimientos y las soluciones— que necesitan para llevar a cabo las inversiones esenciales, aunque costosas, que los pueden conducir a un desarrollo sostenible e inclusivo?
Con este tipo de desafíos en mente, el Grupo Banco Mundial está redefiniendo su concepción del financiamiento para el desarrollo. Tomando como base los esfuerzos por movilizar los recursos necesarios para los países clientes, aplica el enfoque denominado “maximizar el financiamiento para el desarrollo” (MFD) para movilizar sistemáticamente todas las fuentes de financiamiento, conocimientos especializados y soluciones a fin de promover el crecimiento sostenible de los países en desarrollo.
Una nueva concepción del financiamiento para el desarrollo
Muchos países se enfrentan a desafíos complejos que traen aparejados altos costos. Según las estimaciones, el costo total de cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es de USD 4 billones a USD 4,5 billones por año hasta 2030. Incluso cuando se combina la asistencia para el desarrollo con las remesas, la inversión extranjera directa y las obras de filantropía, el mundo se enfrenta a un déficit de financiamiento de USD 2,5 billones anuales.
Es evidente que el mundo no logrará alcanzar los ODS a menos que cuente con una mayor variedad de soluciones. El enfoque MFD se centra en esfuerzos que aportan una combinación de recursos adecuada para ayudar a los países a avanzar rápidamente hacia el logro de sus objetivos de desarrollo. Esto incluye una participación mucho más importante del sector privado como fuente de financiamiento, innovación y conocimientos especializados.
Utilizando las capacidades de todas sus instituciones, el Grupo Banco Mundial procur