En una noche que prometía ser un nuevo capítulo brillante en la historia reciente del FC Barcelona, el Estadio Louis-II se convirtió en un escenario de desilusión para los culés. Imágenes: Prensa Barcelona
En la primera jornada de la UEFA Champions League, el equipo de Hansi Flick cayó 2-1 ante un Mónaco que, aunque se mostró contundente, se benefició de un error clave que marcó el rumbo del encuentro.
Todo comenzó con un inusual fallo de Marc-André Ter Stegen. A los nueve minutos, el portero alemán intentó salir jugando desde su área, pero su pase corto se convirtió en un regalo para el japonés Takumi Minamino.
En un intento desesperado por evitar el gol, Eric García cometió una falta que le costó la tarjeta roja, dejando a su equipo con un hombre menos y condicionando el desarrollo del partido. Con la ventaja numérica, el Mónaco no tardó en hacerse sentir, y a los 16 minutos, Maghnes Akliouche abrió el marcador con un gol tras un brillante cambio de frente de Vanderson.
El conjunto local siguió atacando, pero la falta de puntería evitó que ampliaran la ventaja en el primer tiempo. Sin embargo, cuando el panorama parecía sombrío para el Barça, apareció la magia de Lamine Yamal.
A sus apenas 17 años, el joven delantero, que ya había mostrado destellos de su talento, se escapó por la derecha y, tras un sutil regate, ejecutó un zurdazo que se coló en el ángulo. Este tanto no solo significó su primer gol en la Champions, sino que devolvió la esperanza a un equipo que luchaba por mantenerse en pie tras el golpe inicial.
El segundo tiempo comenzó con una nueva actitud del Mónaco, gracias a los ingresos de Aleksandr Golovin, George Ilenikhena y Folarin Balogun. Este último, en particular, trajo un aire fresco al ataque. Con un pelotazo largo de Caio Henrique, Ilenikhena quedó solo ante el arco y no falló, anotando el 2-1 que selló la victoria para el Mónaco. El marcador pudo haber sido aún más amplio, pero la defensa culé, aunque tambaleante, logró evitar más daños.
Así, el FC Barcelona se marchó de Mónaco con la cabeza baja, un recordatorio de que la Champions es un torneo implacable, donde los errores se pagan caro. Con este resultado, el Mónaco da un paso firme en su camino en la competición, mientras que el Barça tendrá que buscar redención en su próximo partido contra el Young Boys, un desafío que será crucial para no complicar aún más su camino en la fase de grupos. La historia sigue en la Champions, y tanto el Mónaco como el Barcelona tienen mucho por demostrar.