Vista previa
Franco Colapinto logró completar el Gran Premio de Las Vegas en el puesto 14°, en una carrera en la que Max Verstappen se coronó campeón de la Fórmula 1 por cuarta vez consecutiva.
Este resultado representa un logro significativo para el piloto argentino y su equipo, Williams, que tuvieron que hacer un esfuerzo monumental para reconstruir su coche después de un grave accidente en la clasificación.
El solo hecho de haber podido largar la carrera ya fue un éxito en sí mismo para Colapinto y para Williams. Durante la Q2, el piloto protagonizó un fuerte accidente que destruyó su FW46 y dejó en duda su participación en la carrera. El impacto de 50G lo obligó a pasar dos veces por el centro médico para obtener el visto bueno y poder competir. A pesar de los riesgos, el equipo de Grove no se rindió y se dedicó a reconstruir el auto a contrarreloj, utilizando el chasis de repuesto y reemplazando el motor, caja de cambios, suspensiones y ambos alerones.
La situación era crítica para Williams, especialmente debido a la falta de repuestos que enfrentan tras una serie de accidentes, incluidos los de su compañero Alex Albon en México y Brasil, además de los golpes previos de Colapinto en San Pablo. Con todo en contra, Franco pudo finalmente estar en la parrilla y completar las 50 vueltas del circuito urbano de Las Vegas, un regalo para los mecánicos que trabajaron sin descanso para tener el auto listo.
“En la carrera fue complicado, el primer stint tenía un balance muy raro que tenía mucho oversteer. No podía controlar bien la parte de atrás, se movía mucho el auto y no podía cargar las gomas traseras sin que se muevan”, explicó Colapinto en conferencia de prensa. “Fue difícil el primer stint y después se fue acomodando un poquito el auto, con las vueltas fue mejorando y el segundo stint fue más cómodo. Tuve un poco más de aire limpio y en el tercer stint también.”
El argentino partió desde boxes con neumáticos duros debido a los múltiples cambios en su monoplaza. En pista, mostró un rendimiento sólido, avanzando cinco posiciones y destacándose con varios sobrepasos, incluyendo un adelantamiento a Valtteri Bottas en la vuelta 33. Sin embargo, en las últimas vueltas, Colapinto empezó a perder ritmo y finalmente cedió su lugar ante Guanyu Zhou en el giro final. Su lucha con Kevin Magnussen también se complicó hacia el cierre, debido al desgaste en las gomas delanteras y la falta de grip que experimentó en ese último tramo.
“Creo que fui agresivo con Magnussen, me pidieron si podía intentar hacer algo y se empezaron a abrir todas las gomas de adelante. Tenía un montón de graining, se abrieron todas a la mitad y no tenía nada de grip”, relató Franco, quien reconoció las dificultades que enfrentó con el manejo del auto en esta pista tan exigente.
El joven piloto también se refirió al accidente en la Q2: “Por suerte estuve bien, pero quedé medio bobito cuando bajé del auto. Estaba medio drogado, no sabía qué pasaba”. A pesar del mal resultado en la clasificación, Colapinto expresó su frustración por no haber podido mostrar el verdadero potencial de su coche. “Venía haciendo una muy buena qualy, me sentía muy bien en la Q1. Venía haciendo buenas vueltas de forma muy consistente. Después, en la Q2 vieron que Gasly frenó saliendo en la recta… Al final tuve que ir muy al límite para intentar entrar a Q3. Fui muy al límite con las paredes y lamentablemente salió mal”.
Con dos carreras restantes en la temporada, en Qatar y Abu Dhabi, Franco Colapinto buscará cerrar el año de forma limpia, con el objetivo de maximizar su rendimiento en cada oportunidad que se presente. Aunque ya tiene asegurado el puesto de reserva en Williams para 2025, su futuro en la categoría aún es incierto. Equipos como Alpine, bajo la dirección de Flavio Briatore, habían mostrado interés en el piloto, aunque sus recientes accidentes han puesto en pausa las negociaciones. Red Bull también es otra escudería que ha considerado incorporar a Colapinto en su estructura, y Christian Horner ha señalado que tomarán una decisión al cierre de la temporada.
Para Colapinto, haber completado la carrera en Las Vegas, con todo lo que implicó la reconstrucción de su auto y la presión de representar a un equipo con problemas de recursos, es una victoria personal y profesional. “Es una lástima porque teníamos un buen auto este fin de semana”, lamentó. Ahora, su enfoque estará en mantener la consistencia y evitar incidentes, confiando en que con un buen cierre de temporada podrá seguir captando la atención de equipos importantes para su futuro en la Fórmula 1.
Imágenes: Prensa Williams