El 12 de Septiembre de 1993 los hermanos Tejera, Miguel Moyano y un grupo de amigos del barrio La Esperanza tomaron la iniciativa fundar un club en Campana que perduró por 3 décadas. Un club que utiliza los colores verde y negro ya que por unos años fue la filial campanense del Club Atlético Nueva Chicago.
El club Social y Deportivo Defensores de La Esperanza es uno de los clubes más laureados a lo largo de los años en la Liga Campanense. Incluso el máximo ganador del certamen de los equipos que aun participan. Se consagró en el torneo de 1996, el campeonato Apertura y Clausura 1997, Clausura 1998, Torneo Anual 1999, Campeonato 2021, Torneo Apertura 2022 y Torneo Anual 2022.
Además el club campanense represento en la ciudad en varias ocasiones, en el torneo federal amateur en 3 oportunidades y en la Copa Federación en otras 4 veces.
El equipo solamente se desempeña en la actividad futbolística, pese a estar proyectando a futuro la incorporación de nuevas disciplinas. El mismo club hará celebración de su cumpleaños el próximo 22 de Septiembre homenajeando el trabajo de cada día.
Reseña
Fundado en 1993, consiguió cinco títulos de Liga Campanense en sus primeros años de vida. El proyecto creció y se consolidó con el desarrollo del fútbol infantil y la vinculación con Nueva Chicago. Actualmente, además, se trabaja para concretar la construcción de la sede social y la cancha propia.
Su nacimiento fue producto, justamente, del deseo de participar en los certámenes liguistas locales y resultó obra de un grupo integrado por los hermanos Cristian, Juan Manuel, Mauro y Adrián Tejera, Miguel Moyano (quien fue el primer presidente), Cristian Moreno y Miguel Santini.
En primera instancia se formó un equipo de Quinta División y, posteriormente, se conformaron también la Primera y Tercera División. Y el éxito no tardó en llegar: el Defe se consagró campeón de la Liga Campanense en 1996, logrando acceder así al Torneo Argentino “B”. Luego llegarían más títulos a nivel local: el Apertura y Clausura 1997; el Clausura 1998; y Torneo Oficial de 1999.
Así, los colores verde y negro, tomados de la camiseta de Nueva Chicago, se afianzaron en el fútbol campanense. Sin embargo, más allá de esos títulos, el gran salto que dio la institución fue con la conformación de las categorías infanto-juveniles, iniciativa que llevó adelante Cristian Tejera junto a Marcelo Urbieta.
“De a poco empezaron a juntarse muchos chicos y tras un tiempo llegamos a tener más de 300 jugando en el Defe”, recuerda el Gringo sobre aquellos inicios. Así, después de varios encuentros amistosos, Defensores de La Esperanza empezó a participar de los campeonatos infanto-juveniles de Zárate. Primero en UNFIZA y luego en la Liga Zarateña.
Pero ese proyecto todavía tendría un salto más: una tarde, entre mates, Tejera convenció a Urbieta de informar el trabajo que venían haciendo al Club Nueva Chicago y convertirse en una filial de la institución de Mataderos. “Fuimos hasta el locutorio, pedimos una guía de Capital Federal, buscamos el número y llamamos, con tanta suerte que nos atendió el Secretario (Maiocco), quien quedó encantado con lo que le contamos”, revela el Gringo
La iniciativa se concretó y le permitió a Defensores de La Esperanza llegar a competir en la Liga Argentina, justamente como filial de Nueva Chicago. “Fue increíble, porque pudimos jugar contra muchos equipos de AFA. Y hasta nos consagramos campeones con las categorías 89 y 90”, remarca Tejera.
La relación con Nueva Chicago generó que, en aquellos primeros años del 2000, desde La Esperanza acercaran a Leonardo Sigali a Mataderos. El “Oso” debutó en Primera División en 2006 y un año después llegó a la Selección Argentina y se consagró campeón mundial Sub 20 en Canadá. Así, Sigali, quien era vecino de La Esperanza, quedó como símbolo del vínculo que todavía perdura entre ambas instituciones.
“Hay muchas familias detrás del Defe, mucha gente que a mí y a mi familia nos ayudó mucho en mis comienzos. Hoy nos siguen teniendo presentes y nosotros también a ellos”, comentó Leo recientemente en un video que difundió para acompañar los festejos de los 27 años del club.
Para Tejera, el proyecto del fútbol infanto-juvenil fue fundamental en el crecimiento y consolidación del Defe. “Siempre animo a todos los clubes a que fomenten sus divisiones infantiles, porque eso es lo que les da identidad y continuidad en el tiempo. Brinda un sentido de pertenencia que hace la diferencia”, apunta, al tiempo que destaca que, actualmente, “en casi todos los equipos de Primera de la Liga hay jugadores que cuando fueron infantiles jugaron en La Esperanza”.
De aquellos primeros entrenamientos en Jujuy y Modarelli ya pasaron 27 años. Hoy, el Defe cuenta con equipos de Primera, Tercera, Cuarta y Quinta División; equipo femenino; y también mantiene sus categorías infantiles. Y en las últimas temporadas ha recuperado presencia en certámenes regionales: en 2017 participó del Torneo Federal C, mientras que en los últimos años fue protagonista de la Copa Federación Norte (estaba en Cuartos de Final de la edición 2020 cuando la pandemia de coronavirus obligó a parar la actividad).
“Para el barrio, el Defe es la referencia. No tenía tanta vida y, de golpe, con el crecimiento del Defe, pasó a tener una actividad tremenda”, grafica Tejera sobre la importancia del club en La Esperanza. Incluso, los principales proyectos son seguir creciendo en la zona: “Queremos asumir de manera definitiva la propiedad de un terreno en Giobellini y Gismundi para hacer la sede social del club. Es un proyecto que está avanzando. Y también hay un proyecto más ambicioso para disponer de un predio más grande en el que podamos construir nuestra cancha propia. Ya tenemos un predio apuntado en la zona de Catema y el proyecto está encaminado, con planos y gente dispuesta a apoyarlo”, revela.
Desde 1993 a la fecha, Juan Ignacio Mercier, Horacio Falcón, Nazareno Solís, el mencionado Sigali, Diego Dorregaray y Federico Recalde, jugadores campanenses que han desarrollado destacadas carreras futbolísticas, han vestido alguna vez los colores de Defensores de La Esperanza. Y últimamente lo hizo Julio Serrano, una leyenda de Nueva Chicago.
Esa sucesión de nombres enorgullece a Tejera, aunque el Gringo aclara: “El mayor orgullo es cuando veo a muchos chicos que crecieron en el Defe y hoy son personas formadas, padres de familia que vienen, te saludan y recuerdan su paso por el club”.
Una sensación que se condice con la percepción que tiene de Defensores de La Esperanza: “Es una familia y para los Tejera más todavía. Gracias a Dios es así. Y gracias a Dios hay mucha gente de Campana que lo tomó así; por eso hay hinchas que lucen orgullosos sus camisetas”. Una situación que al Gringo lo pone siempre en una situación muy especial: “Cuando voy por la calle y veo a una persona con una remera del Defe, me doy cuenta que la tiene puesta porque a nosotros se nos ocurrió formar un club”, suelta con emoción. Es que pasaron 27 años y el sentimiento sigue siendo el mismo.
Fuente: https://www.laautenticadefensa.net