Tras formarse como futbolista en el 1. SC Feucht y en el 1. FC Nürnberg, en 2017 pasó a la disciplina del SpVgg Greuther Fürth. Allí empezó a subir de categoría hasta que en 2019 debutó con el primer equipo. Lo hizo en un encuentro de la 2. Bundesliga contra el FC Erzgebirge Aue.[1] Permaneció en el club hasta julio de 2022, momento en el que se marchó traspasado al 1. FC Union Berlin. Tras la primera temporada, en la que disputó 25 partidos, fue cedido al VfB Stuttgart.[2]
Boca Juniors empató contra Talleres, 0 a 0, por la tercera fecha del Torneo de la Liga.
Con la remontada ante Central Córdoba en Santiago del Estero, el Xeneize había dejado atrás el pequeño bache derivado de la derrota frente a Atlético Tucumán y el agónico empate sufrido en casa contra Fortaleza. Pero este cotejo, ante el equipo más en forma del país -la T llegaba a Buenos Aires con un invicto de 16 partidos-, parecía una gran prueba en la previa de la definición del grupo de la CONMEBOL Sudamericana.
De entrada, el equipo de Walter Ribonetto salió a jugar a La Bombonera, que cumplía 84 años, con el objetivo de adueñarse del trámite del juego. Y en los primeros minutos lo logró, arrimándose a Chiquito Romero, pero los pupilos de Diego Martínez, a partir de asociaciones en su mediocampo, empezó a encaminar el encuentro.
En ese contexto, Equi Fernández y Edinson Cavani abrieron dos veces el marcador, ambas en offside -el del uruguayo, mucho más fino-, situación por la que también pasó sobre la media hora Ramón Sosa, de la visita.
Pese a que el elenco cordobés generó peligro también mediante Federico Girotti, quien remató desviado, y Gastón Benavídez, muy activo, que preocupó a Romero con un centro cerrado, los de azul y oro fueron llevando el partido a su zona de control, a partir del buen partido de Pol y Equi Fernández y compañía.
Y ese dominio del balón se acrecentó durante el complemento, pero en la segunda etapa el Xeneize ni probó a Guido Herrera, que tan solo participó en los primeros 45′, en la jugada que terminó con el gol anulado a Equi Fernández.
Por el contrario, la T fue mucho más punzante: agazapada para robar y contragolpear, tuvo en los pies de Valentin Depietri una chance muy clara, en tanto Girotti no llegó a desviar un centro peligroso y Botta resolvió de mala manera otro ataque.
Pero en los últimos cinco minutos, la visita se acercó a la apertura del marcador como nunca en la noche: Girotti cabeceó al palo y, sobre la hora, no pudo definir tras una atajada de Romero a Botta, y en la última Chiquito se hizo gigante frente a Nahuel Bustos y, en el rebote, Matías Galarza se perdió un gol que parecía hecho.
Boca, que no tuvo a Kevin Zenón, apelando a recuperarlo físicamente para el partido del miércoles ante Nacional de Potosí en La Bombonera, contó con media hora del capitán Marcos Rojo, que volvió luego de superar un desgarro.
Con este resultado, el Xeneize alcanzó los cuatro puntos, tres menos que su rival de turno, que extendió a 17 sus partidos sin derrotas (10 triunfos y 7 empates).
El partido iba 1 a 1 pero, en el segundo tiempo, por incidentes en la tribuna, el arbitro terminó suspendiendo el partido.
El primer tiempo fue muy accidentado con varias interrupciones por incidentes en la tribuna del local, donde hubo peleas y muchos proyectiles lanzados hacia el campo.
Estas detenciones provocaron una demora de más de 15 minutos en la primera mitad en distintas instancias.
Pero dentro del campo hubo un partido y fue muy bueno. El Tomba pegó primero de pelota parada con dos cabezazos en el área que cumplieron la ley, gracias al tanto marcado por Nahuel Ulariaga.
El Ciclón no se rindió y fue a buscar el empate, que encontró primero en una jugada llena de rebotes que terminó con gol de Adam Bareiro, pero tras una revisión del VAR se determinó una falta sobre el arquero Franco Petroli.
Cuando se jugaban 14 minutos de adición en la primera mitad, Eric Remedi habilitó de manera magistral a Agustín Giay, quién definió con muchísima clase para colocar el 1-1.
El inicio de la segunda mitad tuvo la misma tónica y llevó a que el árbitro determine la suspensión del encuentro.
River Plate perdió por 1 a 0 contra Argentinos Juniors con un golazo de Alan Lescano por la tercera fecha del Torneo de la Liga.
La paz que el Millonario parecía haber encontrado entre su comienzo perfecto en el campeonato y su fase de grupos casi ideal en la CONMEBOL Libertadores se desmoronó en Mendoza, donde cayó por penales ante Temperley por Copa Argentina. Entonces, esta visita a La Paternal, de riesgo por ser un rival peligroso, pese a encontrarse en una mala dinámica, constituía una prueba importantísima para los de la banda roja.
Y tanto el equipo de Martín Demichelis como el de Pablo Guede, que buscaba dejar atrás la irregularidad -eliminado en el grupo de la CONMEBOL Sudamericana y un triunfo en los últimos cuatro partidos, incluidas goleadas recibidas frente a Corinthians y Racing-, salieron a disputar el encuentro con mucha intensidad.
De hecho, la etapa inicial estuvo marcada principalmente por el juego brusco, con entradas al límite (algunas increíblemente no sancionadas con tarjeta), y cierta paridad, con dos elencos que buscaban el arco rival pero no tenían facilidad para escalar en la cancha. En ese contexto, de entrada, Miguel Borja tuvo la primera situación clara de la tarde, pero su remate se fue apenas desviado, y el Bicho fue más profundo.
Después de probar a Franco Armani con un remate de Luciano Gondou, Argentinos siguió aprovechando el hueco que dejaba River detrás de su mediocampo, puntualmente a las espaldas de Rodrigo Villagra, y Alan Lescano capitalizó el error rival, se sacó a un hombre de encima y anotó un golazo al rematar por encima de Armani (40′).
El Millonario sintió el golpe y Gondou estuvo a punto de ampliar diferencias, pero su disparo se fue apenas desviado y la visita se fue al descanso solo un gol abajo, un resultado justo por lo mostrado en el campo de juego.
Y durante el complemento, a diferencia de otros cotejos, River no se pudo hacer cargo del control para jugar cerca del Ruso Rodríguez, que apenas tuvo que intervenir ante un cabezazo de Pablo Solari. El más participativo en el segundo tiempo fue Gondou, que definió tres veces mano a mano con Armani, ganando en una ocasión -aunque en posición adelantada- y perdiendo en un par.
Los pupilos de Demichelis acumularon centros al área, pero ni inquietaron al anfitrión, que sin pasar sobresaltos defendió un triunfo clave para enderezar el rumbo en el segundo certamen del año. Y si hay algo que se mantuvo durante los 90 minutos, fue la pierna fuerte: Leandro Rey Hilfer no fue muy severo, pero de todas maneras sacó nueve tarjetas amarillas, seis para el Millonario y tres para el Bicho.