La Tricolor sumó su segundo empate consecutivo como local, esta vez ante Paraguay, en un partido que dejó más frustraciones que alegrías.
El encuentro fue complejo desde el inicio, con una estrategia paraguaya claramente defensiva. El equipo dirigido por Daniel Garnero plantó dos líneas de resistencia, una defensa de cinco hombres y una segunda línea de tres mediocampistas, dejando solo a Julio César Enciso y Alex Arce en ataque para aprovechar algún contragolpe. Esta disposición hizo que Ecuador tuviera muchas dificultades para penetrar la defensa rival.
Ángelo Preciado y Gonzalo Plata, dos de los principales generadores de juego de la Tricolor, tuvieron pocas opciones para desbordar por las bandas. Enner Valencia, por su parte, luchó en solitario contra los defensores paraguayos, quienes lograron contener al capitán ecuatoriano gracias a su superioridad física.
Para la segunda mitad, Sebastián Beccacece intentó cambiar la dinámica del partido con varias modificaciones. Kendry Páez, quien no mostró el nivel esperado, fue reemplazado por Jeremy Sarmiento, aunque este último tampoco pudo marcar diferencias. Con el ingreso de Alan Minda, Jhon Yeboah y Leonardo Campana, Ecuador intentó jugar con más vértigo y presencia ofensiva, pero las oportunidades claras fueron escasas.
A pesar del esfuerzo y la intensidad en el tramo final del partido, Ecuador sigue mostrando una preocupante falta de gol, con solo seis tantos en nueve fechas. Aunque el equipo sumó su sexta portería en blanco, el empate dejó un sabor amargo por la incapacidad de romper el cerrojo paraguayo.
Ahora, la Tricolor deberá prepararse para enfrentar un reto mayor: viajar a Montevideo para enfrentar a Uruguay en la próxima jornada, un rival que será otro duro obstáculo en su camino hacia la clasificación mundialista.
Chile cayó 2-1 ante Brasil en un partido marcado por un inicio esperanzador con un gol tempranero de Eduardo Vargas a los 2 minutos, pero la Verdeamarela igualó cerca del final del primer tiempo con un tanto de Igor Jesus. A pesar de los intentos de La Roja por retomar el control, un golazo de Luiz Henrique en el minuto 90 selló la victoria brasileña.
La Roja tuvo un arranque prometedor en el Estadio Nacional al adelantarse en el marcador con un gol de Eduardo Vargas a los dos minutos, lo que desató la euforia de los hinchas chilenos. El tanto llegó tras un certero cabezazo del delantero, lo que generó un fuerte impulso anímico para los dirigidos por Ricardo Gareca. Chile dominó las acciones y la posesión en los primeros 25 minutos ante un Brasil desconectado, que no lograba imponer su juego.
Chile tuvo la oportunidad de aumentar su ventaja con un potente remate de Darío Osorio, que salió apenas desviado. Sin embargo, Brasil comenzó a reaccionar tras la media hora de juego, y aunque Chile se replegó, no dejó de buscar el arco rival. El primer tiempo concluyó con una controversia: Lucas Paquetá, que ya estaba amonestado, derribó a Diego Valdés en el área. No obstante, el árbitro Darío Herrera no cobró penal y el VAR no intervino, lo que generó desconcierto entre los jugadores y cuerpo técnico de Chile. Para mayor frustración, la jugada continuó y Brasil empató 1-1 con un gol de Igor Jesus antes del descanso.
El segundo tiempo fue difícil para Chile, que sufrió un bajón anímico tras el empate en los minutos finales del primer tiempo. Brasil aprovechó el momento y comenzó a dominar el juego. A pesar de que hubo otra jugada polémica, cuando Rodrygo cayó en el área tras un contacto con Rodrigo Echeverría, el árbitro tampoco sancionó penal, algo que trajo alivio al equipo chileno.
Gareca intentó modificar el partido con cambios tácticos, enviando al campo a Lucas Cepeda y Marcelo Morales, y posteriormente a Carlos Palacios, Gonzalo Tapia y Williams Alarcón. Sin embargo, las modificaciones no lograron generar peligro real en el arco defendido por Ederson.
Justo cuando Chile parecía retomar el control y empujar por el gol de la victoria, llegó el golpe final. Al minuto 90, Luiz Henrique anotó un golazo que selló el 2-1 definitivo a favor de Brasil, dejando a La Roja con las manos vacías.
Con esta derrota, Chile acumula tres caídas consecutivas y se hunde en la clasificación de las eliminatorias sudamericanas, situándose penúltimo con apenas 5 puntos, a 5 unidades de Paraguay, que es antepenúltimo.
En un partido marcado por la inclemencia del tiempo y el mal estado del campo de juego, Argentina y Venezuela empataron 1-1 en el Estadio Monumental de Maturín, en el marco de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026.
El encuentro comenzó con un claro dominio del equipo argentino, pero las adversidades, tanto meteorológicas como en el rendimiento, hicieron del juego un verdadero desafío.
Primer tiempo complicado
Desde el comienzo, Argentina se adueñó de la posesión del balón, aunque el estado del terreno dificultó las acciones. A los 4 minutos de juego, el campo, que lucía inundado, complicó el control de la pelota. Un pase atrás de Rodrigo De Paul a Germán Pezzella casi termina en desastre, ya que el defensor no logró dominar el balón, lo que permitió que Tomás Rincón disparara desde media distancia, pero el arquero argentino, Gerónimo Rulli, respondió con seguridad.
La primera alegría llegó para Argentina a los 13 minutos. Un gran centro de Lionel Messi fue mal despejado por el arquero venezolano, Rafael Romo. El rebote fue aprovechado por Nicolás Otamendi, quien empujó el balón al fondo de la red, poniendo al equipo de Scaloni en ventaja. A partir de ahí, el juego se tornó tenso. A los 20 minutos, Venezuela volvió a poner en aprietos a Rulli, con un potente remate de Yangel Herrera que fue fácilmente controlado.
A medida que avanzaba el primer tiempo, el equipo local comenzaba a acercarse al empate. En el minuto 23, una buena asistencia de Jefferson Savarino dejó a Salomón Rondón en una buena posición, pero el disparo se fue desviado. Pezzella, que se mostró firme en la defensa, realizó un cierre providencial en el minuto 25, evitando que Rondón igualara el marcador.
El árbitro del encuentro, Gustavo Tejera, mostró la primera tarjeta amarilla a José Martínez de Venezuela a los 31 minutos, luego de una falta fuerte sobre Gio Lo Celso. Sin embargo, la jugada más destacada llegó en el minuto 39, cuando Rulli se lució con una intervención espectacular, deteniendo un mano a mano con Rondón tras un envío aéreo de Soteldo.
Con el resultado 1-0, Argentina se fue al vestuario con la sensación de haber controlado el juego, pero conscientes de que la segunda mitad prometía ser un verdadero desafío.
Segunda mitad intensa
El segundo tiempo comenzó con más emociones. A solo un minuto del reinicio, Enzo Fernández realizó un cierre notable en el área, evitando que Rondón igualara el marcador. Rulli continuó brillando bajo los tres palos, desviando un cabezazo potente de Yangel Herrera en el minuto 2.
A medida que el partido avanzaba, la presión de Venezuela se intensificó. En el minuto 19, Yeferson Soteldo ejecutó una gran jugada individual y lanzó un centro al área, donde Salomón Rondón se anticipó a Otamendi y con un frentazo potente logró empatar el partido. Con el 1-1, el clima en las tribunas se tornó electrizante.
La respuesta argentina no se hizo esperar, y Messi tuvo una clara oportunidad para poner a la Albiceleste nuevamente en ventaja, pero su remate fue desviado por Romo en el minuto 27. Scaloni realizó cambios estratégicos, buscando recuperar el control del juego: Leonardo Balerdi ingresó por Lo Celso y luego, en el minuto 39, Paredes y Lautaro Martínez entraron por Fernández y Álvarez.
La última parte del encuentro se tornó intensa, con ambas selecciones buscando el gol de la victoria. Sin embargo, la lluvia persistente y el campo pesado limitaron las oportunidades claras de ambos lados. En el minuto 45, el árbitro indicó que se jugarían 4 minutos adicionales, pero los esfuerzos de ambas selecciones se diluyeron.
El partido finalizó en empate 1-1, un resultado que deja a Argentina en una posición favorable en las Eliminatorias, aunque con la sensación de que el triunfo se escapó.